miércoles, 12 de noviembre de 2008

Reclaman estudio sobre peligro de nanopartículas de uso diario

Una comisión científica británica dedicada al estudio de la contaminación atmosférica ha reclamado un estudio en profundidad sobre los eventuales peligros de las nanopartículas.
Estas partículas, que pueden ser cien veces más pequeñas que un virus, se utilizan ya en productos tan variados como las cremas antisolares, la ropa deportiva e incluso en algunos suplementos alimentarios.
Las empresas de cosméticos añaden nanopartículas a las cremas antisolares para darles transparencia mientras que los fabricantes de ropa deportiva emplean nanopartículas de plata para combatir las bacterias causantes de los malos olores.
La industria del motor emplea nanofibras de carbono en los neumáticos, y otras muchos sectores recurren a los llamados nanomateriales.
Se calcula que hay por lo menos 600 productos disponibles actualmente en todo el mundo que contienen algún tipo de nanopartículas, y su uso se va a incrementar.
Según John Lawton, presidente de la comisión científica, citado hoy por el diario The Guardian, la falta de estudios sobre los posibles efectos de las nanopartículas es preocupante porque se ignora en este momento si tienen efectos dañinos para el medio ambiente y el metabolismo humano.
Lawton considera que las nanopartículas son de enorme utilidad, pero advierte de que el ritmo al que se desarrollan deja muy atrás los conocimientos existentes sobre la seguridad de su empleo.
"No queremos ser alarmistas, pero cuanto antes sepamos más cosas sobre esto, mejor será. Lo que le decimos al Gobierno es que tiene que hacer algo... y con urgencia", explica el científico británico.
La comisión británica no aboga por prohibir su uso porque es consciente de los beneficios que reporta esa nueva tecnología.
Así, por ejemplo, el dióxido de titanio en las cremas para la protección de los rayos solares es muy eficaz para prevenir el cáncer de piel.
Los nanotubos de carbono podrían también resultar muy útiles para llevar un fármaco con precisión hasta un determinado tumor.
Pero Vicki Stone, profesora de toxicología de la Napier University, de Edimburgo, las nanopartículas han demostrado ser tóxicas en varios tests efectuados en laboratorio.
Las nanopartículas de plata, que se caracterizan por su elevada toxicidad, llegan inevitablemente al agua cuando se lavan las prendas deportivas que las llevan, lo cual podría causar problemas en las instalaciones de tratamiento de aguas residuales.
Las nanofibras de carbono, utilizadas también en la ropa de confección para producir diferentes colores sin utilizar tintes, pueden llegar también al medio ambiente y ser inhaladas mientras que otras nanopartículas microscópicas pueden ser absorbidas por distintos organismos y llegar a contaminar la cadena alimentaria.

Fuente: EFE

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