Londres (EFE).- El último minuto del 2008 tendrá sesenta y un segundos para corregir una pequeña anomalía entre los relojes atómicos y el tiempo astronómico, basado en la rotación de la Tierra.
Los segundos intercalares se utilizan para mantener alineado el Tiempo Universal Coordinado (UTC) con las escalares astronómicas variables GMT y el Horario Universal (UTI).
Pero la Unión Internacional de Telecomunicaciones ha propuesto abolir esos segundos intercalares y añadir a cambio una hora cada seiscientos años aproximadamente, informa el semanario "New Scientist".
Ello tendría importantes repercusiones para el Reino Unido ya que la hora referida al meridiano de Greenwich (GMT) perdería su actual estatus internacional como la zona donde la hora local coincide con la hora universal por la que se regulan todos los relojes.
Esa zona de hora o tiempo universal se iría desplazando al Este hacia París durante cientos de años antes de volver otra vez a Greenwich, localidad próxima a Londres.
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