Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California ha derivado, por primera vez, auténticas células madre de embrión en ratas, informó hoy la revista Cell.
Este avance permitirá que los científicos creen modelos animales más eficaces para el estudio de una amplia gama de enfermedades humanas, señaló el artículo.
"Éste es un paso importante en la investigación de la célula madre porque sabemos que las ratas están mucho más cercanas a los humanos que los ratones, en varios aspectos de biología", señaló Qi-Long Ying, profesor de Célula y Neurobiología en la Escuela Keck de Medicina de la Universidad del Sur de California y autor principal del estudio.
Este trabajo aproxima a los científicos a la creación de animales modificados genéticamente para que carezcan de uno o más genes a fin de que sirvan en la investigación biomédica.
La observación de qué ocurre con los animales cuando se suprimen genes específicos permite que los investigadores identifiquen la función de ese gen y si está vinculado con un mal específico.
"Sin células madre de embrión es imposible realizar modificaciones genéticas precisas para la creación del modelo de enfermedad que queremos", añadió Ying, oriundo de China y quien apuntó que este avance de la ciencia ocurrió durante 2008, el año chino de la Rata.
"La disponibilidad de células madre de embrión de rata facilitará enormemente la creación de ratas modelo para el estudio de diferentes enfermedades humanas como el cáncer, la diabetes, la alta presión sanguínea, la adicción y las enfermedades del sistema de inmunidad", agregó.
Las células madre de embrión se obtienen de un grupo de células llamado la masa celular interior, en una etapa muy temprana del desarrollo del embrión.
Estas células dan a los investigadores herramientas muy valiosas para encarar cuestiones biológicas fundamentales porque permiten el estudio de cómo funcionan los genes.
Los investigadores encontraron que puede obtenerse eficazmente células madre de embrión y se las puede hacer crecer en presencia del llamado "medium 3i", que consiste de moléculas que inhiben tres componentes específicos de señalización genética (GSK3, MEK y el receptor de kinasa FGF).
Este avance permitirá que los científicos creen modelos animales más eficaces para el estudio de una amplia gama de enfermedades humanas, señaló el artículo.
"Éste es un paso importante en la investigación de la célula madre porque sabemos que las ratas están mucho más cercanas a los humanos que los ratones, en varios aspectos de biología", señaló Qi-Long Ying, profesor de Célula y Neurobiología en la Escuela Keck de Medicina de la Universidad del Sur de California y autor principal del estudio.
Este trabajo aproxima a los científicos a la creación de animales modificados genéticamente para que carezcan de uno o más genes a fin de que sirvan en la investigación biomédica.
La observación de qué ocurre con los animales cuando se suprimen genes específicos permite que los investigadores identifiquen la función de ese gen y si está vinculado con un mal específico.
"Sin células madre de embrión es imposible realizar modificaciones genéticas precisas para la creación del modelo de enfermedad que queremos", añadió Ying, oriundo de China y quien apuntó que este avance de la ciencia ocurrió durante 2008, el año chino de la Rata.
"La disponibilidad de células madre de embrión de rata facilitará enormemente la creación de ratas modelo para el estudio de diferentes enfermedades humanas como el cáncer, la diabetes, la alta presión sanguínea, la adicción y las enfermedades del sistema de inmunidad", agregó.
Las células madre de embrión se obtienen de un grupo de células llamado la masa celular interior, en una etapa muy temprana del desarrollo del embrión.
Estas células dan a los investigadores herramientas muy valiosas para encarar cuestiones biológicas fundamentales porque permiten el estudio de cómo funcionan los genes.
Los investigadores encontraron que puede obtenerse eficazmente células madre de embrión y se las puede hacer crecer en presencia del llamado "medium 3i", que consiste de moléculas que inhiben tres componentes específicos de señalización genética (GSK3, MEK y el receptor de kinasa FGF).
Este método aisla las células madre de señales que normalmente harían que se diferenciasen o se conviertan en tipos de células especializadas.
Al bloquear estas señales, Ying y sus colegas encontraron que las células madre de ratas, que previamente no se habían propagado, podían cultivarse indefinidamente en el laboratorio en el estado embriónico primitivo.
Al bloquear estas señales, Ying y sus colegas encontraron que las células madre de ratas, que previamente no se habían propagado, podían cultivarse indefinidamente en el laboratorio en el estado embriónico primitivo.
Fuente: EFE
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