Por Engels Ortiz
Samanamud
El pasado 21 de mayo,
el exministro de salud del gobierno de Toledo y actual decano de la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, Dr. Luis
Solari, fue entrevistado en el programa “Mira Quién habla” que conduce la
periodista Cecilia Valenzuela, en la que abordaron el tema de la nueva ley
universitaria.
Me sorprendió, la
comparación que hizo el Dr. Solari,
sobre la actual situación de la universidad peruana, y que paso a citar
textualmente:
L.S: el sistema
universitario es como un edificio con 139 departamentos y de repente se
descubre que hay 15, 20, 10, 3 o lo que se sea… que tienen cañerías rotas, el
piso se levanta, los baños no funcionan, ¿qué hace la junta de vecinos? ¿dinamita
el edificio? No, arreglan, eso hasta un niño de 8 años lo sabe.
Me parece muy forzada
la metáfora puesto que he consultado con algunos ingenieros civiles egresados
de los primeros pisos de ese edificio al que alude el Dr. Solari; y, me indican
que primero pedirían los planos estructurales, asimismo verificarían el estado
de la cimentación para corroborar si el mencionado edificio cumple con la
actual norma de edificaciones y si cuenta con la base suficiente para que se
haya construido tantos pisos.
Luego de esa evaluación
recién darían algunas sugerencias como un posible reforzamiento, o eliminación
de algunos pisos o quizás su demolición total porque ya no cumple con la norma
sismorresistente vigente y un reforzamiento puede ser más costoso que construir
un edificio nuevo.
Esta comparación del
Dr. Solari me hizo recordar a un comentario que dio el presidente de la federación de las universidades con
fines de lucro (FIPES), José Dextre, cuando comparó el boom inmobiliario con la
proliferación de universidades y filiales por todo el país, dando a entender
que cómo la construcción de departamentos si era bien visto y lo de la
aparición de tantas universidades era cuestionada.
Considero que la formación de profesionales de la salud, educación, ingeniería,
derecho, ciencias, etc; no puede tomarse como si se tratara de problemas
aislados de un edificio o que la aparición descomunal de universidades es de un
gran beneficio económico porque va a la par del boom inmobiliario.
De aquí, a 5 o 10 años, o como ya está sucediendo son esos “profesionales” los
que serán nuestros médicos, abogados, ingenieros, docentes, periodistas, jueces,
etc; con lo cual estamos asegurando un camino incierto para las generaciones
venideras y el desarrollo de nuestro país.
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