Maestra orgullosa de sus discípulos, la Universidad Nacional Autónoma de
México rindió homenaje a sus académicos: 32 con 50 años de servicio, cuatro
profesores e investigadores eméritos, así como a integrantes de la Junta de
Gobierno y del Patronato Universitario por conclusión de encargo.
En ceremonia encabezada por el rector José Narro Robles con motivo del Día
del Maestro, Herminia Pasantes Ordóñez, del Instituto de Fisiología Celular,
expresó que con la Universidad, dentro de ella, “hemos sido testigos de su
respuesta ágil a los retos de este tiempo de impresionantes cambios
tecnológicos, y hemos visto también su fuerza para constituirse siempre en
sólido baluarte del humanismo, de la función social y la cultura, valores que en
una sociedad tecnificada como la actual se ven constantemente amenazados”.
En representación de los académicos reconocidos por cinco décadas de labor,
señaló que ellos han sido parte de los retos de esta institución y han
contribuido, desde su ámbito de responsabilidad, con su esfuerzo y su capacidad,
a los logros que entre todos, estudiantes, profesores, investigadores,
trabajadores y autoridades, se han conseguido.
“A los que nos siguen, transmitimos con pasión la conciencia de nuestras
obligaciones, que serán las suyas, pero además la del privilegio que representa
el ser universitario en esta casa de estudios”, abundó la también investigadora
emérita.
“Hoy somos unos los que celebramos los 50 años; mañana serán otros, y luego
otros más, en el fluir de un tiempo que trasciende al individuo y que a través
de la suma del esfuerzo de todos, cristaliza con cada generación, con cada año,
con cada día de trabajo, en una Universidad cada vez más vigorosa, más
académica, más comprometida, más nacional y más social”,
finalizó.
Renovación y experiencia
Renovación y experiencia
Al hablar en nombre de los integrantes de la Junta de Gobierno que
concluyeron encargo junto con ella, Octavio Paredes López y Alonso Gómez-Robledo
Verduzco, Olga Elizabeth Hansberg Torres recordó que esa instancia ha sido una
fuente de estabilidad y de equilibrio, y el instrumento más eficaz para la
sucesión ordenada de las autoridades universitarias.
Se trata de un órgano colegiado, honorario, cuyos 15 miembros pertenecen a
distintas disciplinas y a diferentes ámbitos de la sociedad. “He sido testigo en
todos estos años de la seriedad y el profesionalismo con que se discuten y
analizan las diversas razones y los argumentos que motivan cada
designación”.
La responsabilidad compartida es un lazo fuerte y esencial para el
funcionamiento de grupo, es la que asegura una mayor ponderación en la
deliberación y acierto en las decisiones. “Siento que he hecho amigos con los
que compartí momentos cruciales de la vida universitaria”.
Hansberg subrayó que la Junta de Gobierno es una institución viva y variante,
en transformación permanente. El cambio es importante, pero también el
equilibrio entre renovación y experiencia.
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