El Fiscal General de Nueva York ha presentado hoy mismo una demanda contra
Donald Trump y el Trump Entrepreneur Institute (antes llamada Universidad
Trump) por participar en una conducta fraudulenta, ilegal y engañosa de cara a
5.000 estudiantes de la "Universidad Trump", a los cuales, supuestamente les ha
estafado 40 millones de dólares, según recoge Business Insiders.
Entre 2005 y 2011, la Universidad Trump funcionaba como instituto o Universidad educativa sin licencia y prometía enseñar a los estudiantes todas las técnicas de inversión en bienes raíces para que cualquier estudiante se hiciera rico empleando el "arte de la negociación de Donald Trump, aunque finalmente, los consumidores dicen haber pagado una serie de cursos muy caros que no cumplían ninguna de las promesas.
Según el Fiscal General, más de 5.000 personas han pagado un dinero que no se podían permitir pagar para adquirir unos cursos y lecciones que nunca llegaron. El señor Trump utilizó su estatus de celebridad apareciendo en anuncios con falsas promesas para convencer a estas personas a gastar decenas de miles de dólares, siendo demandado por la presunta estafa de un total de 40 millones de dólares.
La captación de Donald Trump consistía en anunciar en televisión, prensa y publicidad directa, un curso gratuito, donde se dejaba caer que lo impartiría el propio Donald Trump. Una vez allí, se ponía un vídeo en la sala donde Donald Trump explicaba que el curso lo impartirían profesionales escogidos minuciosamente y personalmente por el propio Trump.
Pese a las afirmaciones de la Universidad Trump en su engañosa publicidad, los usuarios que asistían a este curso gratuito no aprendían nada sobre técnicas de inversión en bienes raíces. En cambio, los falsos profesores de inversión en el negocio de los bienes raíces eran vendedores que convencían a los asistentes para inscribirse en un un seminario de 3 días cuyo coste era de 1.495 dólares.
Aquellos que acababan comprando ese seminario de 3 días, eran convencidos al término de los 3 días para asistir al verdadero curso que te haría muy rico, el llamado "Tutoría de Elite Trump" con un precio de entre 10.000 y 35.000 dólares, prometiendo que ese dinero lo recuperarían en menos de 30 días gracias a las técnicas que les iban a enseñar, además de insistir en que pidieran un crédito para poder pagar ese curso de élite, si no tenían suficiente dinero en efectivo.
Finalmente no hay ni un sólo rico y ninguno de los estudiantes de la Universidad Trump ha ganado ni un sólo centavo con los bienes raíces. Es más, la mayoría se han gastado un dinero que no tenían y que ahora deben.
El fiscal quiere demandar a Donald Trump también por venderse como una Universidad legítima y legal, cuando ya ha sido notificado en varias ocasiones de que está jugando al margen de la ley, además de no tener una licencia para ejercer esta actividad en el estado.
Los estudiantes aseguran que se sienten timados y estafados al no haber recibido nada de lo que se les prometió, ni siquiera una atención personalizada por parte de los profesores, como así constaba en el programa.
Del mismo modo, se les prometió que tendrían acceso directo a fuentes selectas de financiación para iniciarse en los bienes raíces, y tampoco ha sido así.
Efectivamente, Donald Trump ha aprovechado su imagen y popularidad para hacerse con el dinero de estos ingenuos aspirantes a ricos cuya admiración por Donald Trump les llevó a ser timado por su propio ídolo. Eso sí, ya han aprendido la primera lección.
Entre 2005 y 2011, la Universidad Trump funcionaba como instituto o Universidad educativa sin licencia y prometía enseñar a los estudiantes todas las técnicas de inversión en bienes raíces para que cualquier estudiante se hiciera rico empleando el "arte de la negociación de Donald Trump, aunque finalmente, los consumidores dicen haber pagado una serie de cursos muy caros que no cumplían ninguna de las promesas.
Según el Fiscal General, más de 5.000 personas han pagado un dinero que no se podían permitir pagar para adquirir unos cursos y lecciones que nunca llegaron. El señor Trump utilizó su estatus de celebridad apareciendo en anuncios con falsas promesas para convencer a estas personas a gastar decenas de miles de dólares, siendo demandado por la presunta estafa de un total de 40 millones de dólares.
La captación de Donald Trump consistía en anunciar en televisión, prensa y publicidad directa, un curso gratuito, donde se dejaba caer que lo impartiría el propio Donald Trump. Una vez allí, se ponía un vídeo en la sala donde Donald Trump explicaba que el curso lo impartirían profesionales escogidos minuciosamente y personalmente por el propio Trump.
Pese a las afirmaciones de la Universidad Trump en su engañosa publicidad, los usuarios que asistían a este curso gratuito no aprendían nada sobre técnicas de inversión en bienes raíces. En cambio, los falsos profesores de inversión en el negocio de los bienes raíces eran vendedores que convencían a los asistentes para inscribirse en un un seminario de 3 días cuyo coste era de 1.495 dólares.
Aquellos que acababan comprando ese seminario de 3 días, eran convencidos al término de los 3 días para asistir al verdadero curso que te haría muy rico, el llamado "Tutoría de Elite Trump" con un precio de entre 10.000 y 35.000 dólares, prometiendo que ese dinero lo recuperarían en menos de 30 días gracias a las técnicas que les iban a enseñar, además de insistir en que pidieran un crédito para poder pagar ese curso de élite, si no tenían suficiente dinero en efectivo.
Finalmente no hay ni un sólo rico y ninguno de los estudiantes de la Universidad Trump ha ganado ni un sólo centavo con los bienes raíces. Es más, la mayoría se han gastado un dinero que no tenían y que ahora deben.
El fiscal quiere demandar a Donald Trump también por venderse como una Universidad legítima y legal, cuando ya ha sido notificado en varias ocasiones de que está jugando al margen de la ley, además de no tener una licencia para ejercer esta actividad en el estado.
Los estudiantes aseguran que se sienten timados y estafados al no haber recibido nada de lo que se les prometió, ni siquiera una atención personalizada por parte de los profesores, como así constaba en el programa.
Del mismo modo, se les prometió que tendrían acceso directo a fuentes selectas de financiación para iniciarse en los bienes raíces, y tampoco ha sido así.
Efectivamente, Donald Trump ha aprovechado su imagen y popularidad para hacerse con el dinero de estos ingenuos aspirantes a ricos cuya admiración por Donald Trump les llevó a ser timado por su propio ídolo. Eso sí, ya han aprendido la primera lección.
Fuente: http://www.negocios1000.com/
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