Leo la noticia: 19 años en la administración de la Universidad Central del Ecuador. Unos cuantos de vicerrector. Bastantes como rector. Casi un Velasco Ibarra. Pero se llama Víctor Hugo Olalla. Deja, tras de sí, una universidad impecable: no hay egresado de ella al que no se le reconozca haber obtenido su título con mucho sacrificio, intelecto e investigación. Deja una universidad de hermosa presencia física, de contundente peso académico en todo el país. Deja una universidad pionera en el impulso cultural. Los artistas que allí se gradúan (sea en artes plásticas, música, teatro, literatura, arquitectura) marcan siempre la ruta de la vanguardia artística en el Ecuador. Y ni qué hablar de sus científicos. Los egresados de la Universidad Central son investigadores por excelencia. Sus veterinarios y agrónomos han contribuido al país con proyectos que prometen inyectar vitalidad al agro ecuatoriano y ayudar, así, a liberarnos un poco de la dependencia petrolera. Sus ingenieros en geología y minas, los de química y farmacia, los civiles y los informáticos, hacen cola en los aeropuertos porque son las primeras víctimas de la llamada “fuga de cerebros”. Y ni qué decir de la planta de profesores. Todos tienen posgrados en universidades externas. Aquellos que osaron blandir sus posgrados obtenidos en la misma Universidad Central, se les dijo pase por gerencia y ta’ luego. Pero los que se quedaron con derecho propio, combinan investigación y pedagogía, y viven a tiempo completo en la Universidad y dedicados exclusivamente a ella. Cada uno desarrolla por lo menos un proyecto de investigación y sus alumnos son corresponsables de ese proyecto. Publican periódicamente, no articulillos en blogs, sino verdaderas obras, libros de divulgación científica. O sea, —permítanle al rector saliente presumir de esto—, los profesores de la Universidad Central son unos auténticos científicos e intelectuales. Su rendición de cuentas es tan pública que a nadie le cabe la duda de que cada centavo ha sido invertido con justicia en el crecimiento académico de sus estudiantes. ¿Y de la política qué? Que es la universidad que mayor peso político tiene en el país porque sus cientistas proponen y publican teorías acordes a la realidad nacional, y sus mujeres y hombres son los más progresistas de estas tierras y empuñan, desde diversos frentes, y con los discursos más sólidos que se han visto en los últimos años, la bandera de lucha de la mayoría, con autoridad y respaldo, con pulcritud y honradez, y vencen y convencen. Lástima que lo único cierto de todo lo dicho aquí, es que este bosquejo de rector de la más grande y más antigua universidad del Ecuador al fin se va.
Publicado por Elking Raymond Araujo http://www.araujoelking.com/
Se irá
Al terminar de leer el artículo anterior no pude evitar imaginar que lo mismo está ocurriendo en la Universidad Nacional de Ingeniería del Perú, con este remedo de rector llamado Mag. Padilla quien está por cumplir 15 años y 2 meses como autoridad universitaria de la UNI, primero como Decano de la Facultad de Ingeniería Mecánica en tres periodos consecutivos 1994-1997, 1997-2000, y 2000-2002; luego como Primer Vicerrector Académico en dos periodos consecutivos 2002-2004 y 2004-2008.
Ahi está la Facultad de Mecánica sumida en un rezago abismal en su parte académica y de investigación en comparación con otras Facultades de la UNI y con profesores mediocres que ascendieron durante los años como decano de Aurelio Pàdilla.
De ahi estuvo 6 años como Primer Vicerrector Académico y no se le conoce alguna contribución de real importancia en cuanto a la parte académica de la UNI, es más, esos años por lo que se sabe no dictó curso alguno siendo el "vicerrector académico" y pronto estaremos documentando al respecto.
Ahora ha cumplido un año como rector y recordemos su primer mensaje que publicó en un boletín cuando señalaba que la UNI iniciaba un nuevo rumbo con ese pragmatismo que lo caracteriza, claro, con ese pragmatismo para haber viajado en el 2008 por varios países en misión oficial y no haber mostrado algún logro que haya conseguido en esos prolongados viajes con plata de la UNI.
Sin embargo, a pesar de lo señalado no pretendemos alentar su salida abrupta del rectorado, más aún, cuando quien lo pudiera suceder y llevaría a cabo las elecciones de las nuevas autoridades sería el "dignísimo" señor Geólogo Martínez Talledo que hasta hace poco firmaba y se hacía pasar como Ing. Martinez Talledo quedándole como burda imitadora la supuesta Ing. Suárez que iba ser Contralora y ahora tendrá que afrontar acusasiones legales por semejante falsedad, pero en la UNI como dirían los jóvenes: "este calvo pasó piola".
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