domingo, 8 de marzo de 2009

Universidades bamba

Hace años, este Búho terminó la universidad. En la decana de América, San Marcos. En mis tiempos había muy pocas universidades en Lima. Cuando acabé el colegio, al final de los setenta, ya tenía en claro que San Marcos iba a ser mi alma mater. Vivía en la Unidad Vecinal Mirones, a veinte cuadras de la 'U', y este era mi gran patio de juegos con mi mancha. Allí, de chibolos, montábamos bicicleta, paseábamos en 'coche de rodajes' y subíamos a la huaca que, en ese tiempo, lo juro, todavía exhibía momias, huesos, telares y vasijas incas rotas. Pero lo que más me alucinaba de la 'Ciudad universitaria' eran sus murales pintados con las imágenes del Che, Marx, Lenin, Mao, Engels y Stalin. Yo, de sapo, preguntaba por los que no conocía y los universitarios me enseñaban: 'ese es Engels, ese es Marx' y así. También veía las marchas bulliciosas. Desde chibolo decidí que allí iba a estudiar. Pese a que también cruzábamos las chacras de Pando, por la Universidad Católica -que en ese tiempo no tenía muros- para irnos a 'zampar' al Parque de las Leyendas. Después estaban la Universidad de Lima, para los pudientes, la Garcilaso (le decían la 'facilaso', ya se imaginan por qué), la San Martín de Porres (le decían 'el arca de Noé', ya saben...), la UNI, para cerebritos y rabanitos. La Agraria, lejana. La Ricardo Palma, con el prestigio de su Facultad de Arquitectura y la fama de su programa de Traducción, donde estaban las chicas más lindas. La del Pacífico, la Cayetano, prestigiosa en medicina y la Villarreal, vinculada al Partido Aprista. Y paro de contar.
Hoy veo universidades para todos los gustos, bolsillos, algunas hasta con nombres que dan risa. Han aumentado en más de una decena, pero me pregunto: ¿en verdad imparten 'educación superior'? Para qué se engaña a los muchachos que, como si fueran un rebaño, terminan con un cartón que no les sirve de nada porque las profesiones llamadas liberales -abogados, profesores- están saturadas. Igual los contadores, administradores o economistas están sin chamba. ¿Quién autoriza de manera irresponsable que le den valor oficial con carácter de universidad a instituciones que no tienen ni locales? Algunas, solo unas chacras en un lugar a las afueras de Lima. Creo que se está prostituyendo el concepto de universidad. Los exámenes de ingreso son una farsa. Inclusive, en algunas, ni los toman. Para colmo, tienen licencia para enseñar ¡¡medicina!! ¿Qué clase de docentes pueden trabajar allí? Apago el televisor.

Fuente: Trome

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