Por: Dr. Aurelio Padilla Ríos, Rector UNI
Lima, jul. 08 (UNI). El desarrollo social y económico del Perú y la formación de sus líderes necesitan de la Universidad. En particular, el conocimiento científico y tecnológico que resulta de la investigación y el personal altamente calificado formado en sus aulas, son dos condiciones fundamentales para la producción con creciente valor agregado; seguiremos dependiendo de la exportación de materias primas si la sociedad no invierte en ambas.
Guiada por la buena voluntad, pero carente de información fiable, conocimiento y experiencia, la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso está aprobando un proyecto de Ley Universitaria que contiene artículos inconstitucionales e intervencionistas. Así por ejemplo, la denominada Superintendencia Nacional de Universidades adscrita al Ministerio de Educación tiene atribuciones de macro gobierno universitario contrarias a la autonomía que la Constitución otorga a cada universidad en particular. Entre éstas excesivas competencias se encuentran: autorizar o cancelar Facultades, Escuelas Profesionales y programas; supervisar el otorgamiento de grados y títulos; remitir al Ministerio de Economía y Finanzas los proyectos de los presupuesto anual de las universidades públicas; designar a los miembros de la Oficina de Asuntos Contenciosos Universitarios y, simultáneamente, reservarse la resolución en última instancia los conflictos relativos a órganos de gobierno y comisiones organizadoras. Además, representa una amenaza a los derechos docentes, dado que se reserva la capacidad de ratificar o no los resultados de los concursos públicos de nombramiento, ratificación y promoción.
Por otro lado, el Proyecto de Ley perjudica a los estudiantes imponiendo restricciones a su actividad académica sin tomar en cuenta la diversa naturaleza e intensidad de los estudios. Los requisitos para cumplir como alumno regular no obedecen al contexto académico universitario, mucho menos para los estudiantes de la UNI, donde la formación profesional es sumamente exigente.
La aprobación de esta Ley por el Pleno del Congreso y su promulgación por parte del Ejecutivo, tal como se está redactando, provocaría una crisis capaz de interrumpir el dictado de clases, afectar la estabilidad social y política, y dar oportunidad para el resurgimiento de grupos violentistas. En esas condiciones la Ley tendría grandes dificultades de implementación y su resultado sería profundamente negativo.
La comunidad académica universitaria está trabajando y no se merece semejante atropello. Al igual que otras importantes universidades, la UNI está avanzando. Estamos adquiriendo equipos de laboratorio de nivel internacional. Se está fortaleciendo la infraestructura en todas las Facultades. Ya se encuentra en servicio el Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación, que amplía el concepto tradicional de biblioteca universitaria. Conscientes del inmenso retraso peruano en investigación científica y tecnológica – que corresponde a la pequeñez de nuestra industria y la casi inexistente producción con alto nivel tecnológico – hemos establecido el Reglamento de Propiedad Intelectual para fomentar la generación de patentes y estamos implementando progresivamente la Carrera del Profesor Investigador. Nos proponemos multiplicar las actuales actividades de investigación que respondan a las principales necesidades del país y de apoyo a las políticas de Estado, promoviendo la formación de una masa crítica de investigadores en áreas prioritarias. Estamos en un proceso de acreditación internacional de todas nuestras carreras, habiéndose ya acreditado la Especialidad de Arquitectura por la RIBA – Londres. En la actualidad nuestros egresados gozan de una demanda nacional que supera a la oferta y se desempeñan exitosamente en los mejores centros académicos del mundo; aún así tenemos que seguir avanzando para lograr que la UNI sea competitiva a nivel internacional.
Para seguir avanzando y corregir los errores de la realidad universitaria nacional hace falta mejorar la actual Ley con estricto respeto a la autonomía. En los últimos años se han creado universidades sin las condiciones mínimas para su funcionamiento y también existen casos de excesos y deficiencias. Pensando en superar estas debilidades la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) ha propuesto un texto completo de nueva Ley Universitaria en base a la experiencia peruana y las exigencias de la sociedad contemporánea, intensiva en conocimiento, el mismo que debería ser uno de los pilares del debate nacional sobre la Ley que la Universidad merece.
En estas circunstancias, la promulgación irresponsable de una Ley en cuya discusión no han participado ni los investigadores, ni la comunidad académica en general, nos hundiría en un conflicto de imprevisibles consecuencias que obstaculizaría las tareas pendientes en lugar de favorecer el surgimiento de universidades complejas, capaces de desarrollar investigación de alto nivel; meta de nuestras más destacadas universidades públicas y privadas. Es imprescindible construir consensos mayoritarios que legitimen las normas que la comunidad académica y la ciudadanía demandan.
1 comentario:
AURELIO PADILLA ESTÁ VETADO PARA HABLAR SOBRE AUTONOMIA UNIVERSITARIA. DESDE QUE POR PRIMERA VEZ FUE DECANO DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA MECÁNICA DE LA UNI EN 1994, SIEMPRE LA TRATÓ COMO PROSTITUTA (Y HAY CONTUNDENTES PRUEBAS ESCRITAS). HE DICHO.
Publicar un comentario