martes, 16 de junio de 2009

Los jóvenes no se equivocan en lo que afirman

Zenón Depaz Toledo
Columnista

Los sucesos que hoy nos enlutan, con decenas de peruanos muertos, entre policías inútilmente sacrificados, humildes miembros de tribus amazónicas abatidos (defendiendo para todos nosotros, y nuestros hijos, la reserva de vida a su cuidado), junto a pobladores de Bagua que salieron en su defensa con similar indignación a la nuestra, nunca debieron ocurrir. Nunca, a no ser por la arrogancia autista de quien se supone gobierna para todos los peruanos (o al menos debiera cuidarse de aparentarlo), pero que, objetivamente, se ha convertido en una amenaza para el país, pues es él a quien cabe referir sus delirios de supuestos agentes que quieren “entregarnos a modelos extranjeros y oscuros intereses”, clarificados ya por petroaudios y ratamails. Tal amenaza era visible desde que, con el ofensivo ideario del “perro del hortelano”, pisoteando sus promesas electorales, hizo pública su alianza con el capital transnacional, proponiéndole devorar las tierras comunales, con la burda falacia de que existirían millones de hectáreas ociosas “en poder de las comunidades y asociaciones que no las han cultivado ni las cultivarán”; añadiendo que habríamos “caído en el engaño de entregar pequeños lotes de terrenos a familias pobres que no tienen un centavo para invertir”; proyectando así su expropiación futura. Esto es para García y sus socios el liberalismo y la democracia. “Hemos dialogado demasiado”, sentenció, altivo, después de la masacre; mientras la patética Mercedes Cabanillas añadía: “ellos se lo buscaron”. ¿Cabía mayor autoritarismo e intolerancia? ¿Así es como funciona el libre mercado? ¿Rematando tierras para actividades extractivas, depredadoras, de economía primaria? ¿Ese es su modelo de modernización? ¿Dónde hay un solo caso de país que se haya modernizado por esa vía? ¿No pasan la modernidad y la democracia por la valorización del elemento humano, con educación y salud, y la potenciación de su trabajo?... en el Día Mundial del Medio Ambiente, expresión de la conciencia más elevada alcanzada por la modernidad, sus defensores fueron masacrados por un gobierno de mentalidad arcaica, depredadora, antidemocrática. La indignación de miles de jóvenes gritando: “no tenemos presidente, tenemos genocida”, resume con justeza los hechos, proyectando al futuro su memoria. Como decía Ortega y Gasset, los jóvenes no se equivocan en lo que afirman.

Fuente: La Primera

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