Zenón Depaz Toledo
Columnista
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La Contraloría General de la República está iniciando una oportuna campaña, bajo el lema “postula con la tuya”. Se trata de evitar la competencia desleal en procesos electorales conducentes a cargos políticos, cuando en ellos participan funcionarios con acceso a recursos públicos, pudiendo utilizarlos en provecho de sus candidaturas, en un medio político como el nuestro, marcado por la corrupción y lealtades sostenidas en el clientelaje.
La denuncia de una inusual lista a la Asamblea Universitaria de San Marcos, conformada en su mayoría por decanos en ejercicio, partidarios del actual rector (denuncia hecha por reconocidos docentes de esa Universidad), más allá de ratificar la pertinencia de esta campaña, obliga a una reflexión sobre cuán democrático es el juego político en la Universidad pública peruana.
De acuerdo a la actual legislación universitaria, la elección de autoridades en ese ámbito es indirecta. Docentes y alumnos eligen a sus representantes a órganos colegiados, a los cuales corresponderá luego la elección de rectores, vicerrectores y decanos. Teniendo la representación estudiantil el peso de un tercio (ante dos tercios de docentes, por lo general compitiendo entre sí), pasa de facto a constituir el fiel de la balanza. Ello ha favorecido el surgimiento de mecanismos de corrupción del Tercio Estudiantil, secuestrado por operadores inescrupulosos (por lo general pésimos estudiantes), financiados por autoridades con uso de recursos públicos. El dispendio de recursos en la propaganda estudiantil (sector supuestamente carente de recursos) lo deja ver en prácticamente todas las Universidades públicas.
Sirviéndose de ello fue como Fujimori (oscuro docente, condición evidenciada por su pésimo manejo del idioma) llegó al rectorado de la Universidad Nacional Agraria, para negociar luego el acceso a la presidencia de la Asamblea Nacional de Rectores, “experiencia” con la que luego, mintiendo desde el inicio, ganó la Presidencia del país, para instalar desde allí la corrupción sistemática, como forma de acceso y control del poder. Fujimori es, pues, un genuino representante del enrarecido cLima político que, instalado en las Universidades públicas, contribuye a su deterioro. Así se explica la extendida demanda de elecciones de autoridades universitarias, por votación universal y directa de docentes y estudiantes. Demanda que el sector docente sanmarquino que está denunciando aquellas irregularidades, plantea institucionalizar de ganar las elecciones. A juzgar por señales similares, provenientes de sectores estudiantiles de LA PRIMERA Universidad pública del país, quizás estemos a puertas de cambios sustantivos en ella, que, de ser así, tendrán repercusión en el resto de Universidades públicas, de las que San Marcos es el referente nacional.
Fuente: La Primera
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