Santiago Antúnez de Mayolo Gomero.
Ingeniero, físico y matemático. La Academia Sueca debió darle el premio.
Con ocasión del centenario de la Batalla de Ayacucho en 1924, Lima fue escenario del Tercer Congreso Científico Panamericano. El ingeniero, físico y matemático Santiago Antúnez de Mayolo Gomero (1887-1967) presentó allí su “Hipótesis sobre la constitución de la materia”, en la que sustentaba la existencia de un elemento neutro (neutrón) en el átomo. Para el historiador Ernesto Yépez, se trataba de un “trabajo importantísimo que fue muy bien acogido; sin embargo, no tuvo mayor difusión.
Años más tarde un científico del mundo desarrollado recibió el Premio Nobel por esta misma línea de investigación”. A mediados de los años ochenta, su hijo Eric Antúnez de Mayolo Rynning relató los sucesos al historiador Yépez, quien publicó una nota en el suplemento “Saber”, del entonces joven diario “La República”. “Recuerdo que mi padre —dijo Antúnez de Mayolo hijo— comentaba con tristeza que la ponencia, en original y copia, le fueron solicitados por el secretario general del Congreso para su publicación en las actas que no llegaron a imprimirse”. Antúnez de Mayolo Gomero trató de demostrar su teoría y mandó a construir, por cuenta propia, grandes bobinas para lograr el bombardeo de las partículas atómicas.
No pudo concretar esta empresa pues fue víctima de una serie de intrigas en la Escuela de Ingenieros (hoy Universidad Nacional de Ingeniería), y perdió además su puesto en 1929. “La idea de generar energía nuclear —explicaba Antúnez de Mayolo Rynning— la tenía desde muy joven. En su tesis de bachiller de 1907, estudió cómo bombardear las partículas para generar la mayor fuente calórica posible”.
La historia termina en 1933 cuando se confirma la existencia del neutrón en un laboratorio inglés, investigación que le valió el Premio Nobel a Lord James Chadwick. El nombre de Santiago Antúnez de Mayolo Gomero, quien presentó la teoría del neutrón ha sido borrado de la historia de la Física moderna y no figura en ningún libro sobre el átomo.
Años más tarde un científico del mundo desarrollado recibió el Premio Nobel por esta misma línea de investigación”. A mediados de los años ochenta, su hijo Eric Antúnez de Mayolo Rynning relató los sucesos al historiador Yépez, quien publicó una nota en el suplemento “Saber”, del entonces joven diario “La República”. “Recuerdo que mi padre —dijo Antúnez de Mayolo hijo— comentaba con tristeza que la ponencia, en original y copia, le fueron solicitados por el secretario general del Congreso para su publicación en las actas que no llegaron a imprimirse”. Antúnez de Mayolo Gomero trató de demostrar su teoría y mandó a construir, por cuenta propia, grandes bobinas para lograr el bombardeo de las partículas atómicas.
No pudo concretar esta empresa pues fue víctima de una serie de intrigas en la Escuela de Ingenieros (hoy Universidad Nacional de Ingeniería), y perdió además su puesto en 1929. “La idea de generar energía nuclear —explicaba Antúnez de Mayolo Rynning— la tenía desde muy joven. En su tesis de bachiller de 1907, estudió cómo bombardear las partículas para generar la mayor fuente calórica posible”.
La historia termina en 1933 cuando se confirma la existencia del neutrón en un laboratorio inglés, investigación que le valió el Premio Nobel a Lord James Chadwick. El nombre de Santiago Antúnez de Mayolo Gomero, quien presentó la teoría del neutrón ha sido borrado de la historia de la Física moderna y no figura en ningún libro sobre el átomo.
Fuente: Suplemento El Dominical del diario El Comercio 26/04/09
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