La Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Wiener hizo un reconocimiento especial al expresidente Alan García Pérez, en cuyo segundo mandato se interpuso una demanda a Chile, ante la Corte Internacional de La Haya, a fin de que se establezca la frontera marítima entre ambos países. Seis años después los resultados fueron favorables para el Perú.
Alan García recibió el distintivo institucional de manos del decano de la Facultad, doctor Iván Noguera Ramos, quien destacó las cualidades de estadista y orador del exmandatario peruano.
La ceremonia tuvo lugar en el Aula Tribunal de la Facultad de Derecho y Ciencia Política y estuvo presidida por el rector de la Universidad Wiener, doctor Luis Bullón Salazar. Estuvieron también presentes autoridades académicas, directivos, docentes y alumnos de nuestra institución educativa.
Durante su alocución, el doctor Alan García planteó que el fallo de La Haya tiene que ser entendido en una dimensión mucho más amplia. “No pensemos solo en el documento presentado, sino también en esta lógica global e histórica que nos permite comprender también lo que vendrá más adelante”, manifestó.
A lo largo de su discurso hizo una referencia histórica del problema que por más de un siglo se mantuvo con Chile y que finalmente la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolvió a favor del Perú otorgándole 50 mil kilómetros cuadrados de mar.
“Es lo más importante que he podido hacer dentro de mi vida política. Hay que integrar a los países, tal como lo propuso Víctor Raúl Haya de la Torre, para ofrecer en conjunto nuestras riquezas y negociar mejor”, afirmó.
Posteriormente, criticó la opinión de algunos congresistas que cuestionan la existencia de demasiadas universidades en el país. “Chile tiene 17 millones de habitantes y tiene un millón setecientos mil estudiantes universitarios, nosotros tenemos 30 millones de pobladores y solo 850 mil estudiantes universitarios”, indicó
Remarcó que sin educación no hay futuro, porque se podrá tener trabajo y alimentación, pero sin estudios nuestros jóvenes se quedarán en el nivel de mano de obra, si es que no tienen todas las carreras modernas a su alcance.
“Necesitamos una juventud estudiosa, una juventud comprometida con su éxito personal, pero también con la solidaridad respecto a los demás, y creo que esta universidad cumple con esos objetivos”, expresó.
Fuente: Wienner
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