domingo, 8 de diciembre de 2013

“Tenemos colegios y universidades que son una estafa”, afirma director de Fe y Alegría

Javier Quirós, director nacional de esta institución, habla sobre los resultados de la prueba PISA, la crisis educativa y la responsabilidad de la sociedad.
 
NELLY LUNA AMANCIO
En la oficina del director nacional de Fe y Alegría hay un cartel que reza: “No habrá una equitativa distribución de la riqueza si no hay una equitativa distribución del saber”. El padre Javier Quirós asumió la dirección de este movimiento educativo en abril de este año y es un convencido de que solo mejorando la educación pública se podrá garantizar la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes. Los colegios Fe y Alegría obtienen en promedio los mejores resultados en de la evaluación censal anual que realiza el Ministerio de Educación a las escuelas públicas. Ha sido director de La Inmaculada de Lima y San José de Arequipa.
 
La última prueba PISA nos ubica otra vez en el último lugar. Señala, sin embargo, que desde el 2000 ningún país ha mejorado tanto como el Perú. ¿Mejoramos y seguimos últimos?
Los resultados de PISA son graves, pero hay que puntualizar que somos los últimos de los 65 países que se han presentado. Si nos comparamos con nuestro propio desempeño, sí hemos mejorado un poco, aunque eso no quiere decir que nuestra condición sea buena. Me da la impresión de que con estos resultados cada quien lleva agua para su molino y los utiliza para culpar a otros, y yo creo que la responsabilidad es de todos.
 
¿Cuánto bien nos hace compararnos con otros países?
Participar en PISA es un acto de valentía, solo se presentan 8 países de América Latina. Lo que no entiendo es por qué si hacemos bien las cosas en economía, no podemos hacerlo en educación. ¿Hasta cuándo nos va a durar el actual debate? ¿Hasta que vuelva a hablar Tilsa? La educación es un tema sensible, pero con una sensibilidad muy superficial.
 
El crecimiento económico sostenido de los últimos 10 años no se refleja en una mejora en la calidad de la educación. ¿Por qué nos cuesta tanto avanzar?
¿Cuántos políticos tienen planes concretos? Los resultados de invertir en educación no se ven en cinco años, por eso no interesa. Se apuesta por construir más colegios y no por cambios integrales. Si se decidiese tomar en serio la educación, los frutos se verían recién en 15 años.
 
¿Hay un problema de visión, de estrategia o de modelo? Porque evidentemente no es solo un problema de presupuesto.
No, ya no es un problema de presupuesto, pero sí de gasto. No estamos gastando todo lo que tenemos. Todos los años se devuelve dinero. No tengo una receta, pero nosotros desde Fe y Alegría queremos aportar a la mejora de la educación pública.
 
Un colegio de Fe y Alegría de una de las zonas más pobres de Lima obtuvo la mejor calificación en la evaluación censal de estudiantes. ¿Por qué funciona el modelo Fe y Alegría?
No sé si podemos hablar de un modelo. Nuestros maestros son los mismos profesores del Estado y ganan exactamente lo mismo. Y si bien tenemos mejores resultados que el resto de escuelas públicas, no deja de ser un promedio. Y en eso quiero ser honesto. Hay colegios Fe y Alegría que están compitiendo en la evaluación censal con los mejores colegios de Lima, pero también tenemos otros que están por debajo del promedio.
 
La educación pública debería ser un factor de inclusión social, pero no lo es. Constantino Carvallo decía que era más bien una condena social…
Ahora la escuela pública es una escuela para los pobres y, en muchos casos, para los más pobres. Eso es lo que está diciendo esa migración silenciosa hacia la escuela privada.
 
En la actualidad crecen más las matrículas de alumnos en colegios privados que en las escuelas públicas. ¿Por qué se cree que toda la educación privada es mejor, cuando algunos reportes concluyen que no todas garantizan calidad?
Yo mismo me pregunto por qué en Lima ya en este momento hay más alumnos en el sector privado que en el público. Las escuelas particulares son sumamente heterogéneas, y hay varias que tienen peores resultados que las públicas. Y creo que tiene que ver con que, aunque mala, esa escuela cumple un horario y los maestros están ahí. También por un tema de prestigio. Lo que tenemos ahorita son colegios combi y universidades combi. ¡Y digámoslo con claridad, son una estafa! Cumplen una función social, entretienen a la juventud unos años, los alejan de la calle, de las drogas, de la delincuencia, pero no entregan competencias profesionales. El rol de la escuela es formar personas comprometidas con el desarrollo del país y las escuelas privadas tienen que estar sintonizadas con este compromiso, hay que preguntarnos qué estamos aportando.
 
Usted ha dicho que los maestros tienen problemas de autoestima porque siempre les recordamos lo mal que estamos.
El principal factor para el éxito de un sistema educativo son los maestros. No son las computadoras ni los edificios. Estoy excluyendo el factor socioeconómico, que en muchos casos es determinante, basta que usted haya nacido en San Isidro y venga de buena familia, eso le va a asegurar mejores oportunidades que a un niño de El Agustino.
 
¿Cuál cree que es la responsabilidad del Sutep en la situación actual de la educación en el país?
He escuchado a un dirigente del Sutep asumiendo parte de su responsabilidad y me parece que está bien, pero yo no creo que haya sido determinante en la actual crisis. El sindicato ha tenido una actitud intransigente en algunos temas, pero tiene que quedar claro que el derecho del maestro no puede estar por encima del derecho del alumno.
 
¿Por qué continúa la resistencia a la evaluación docente?
Tenemos que aprender a rendir cuentas. Si usted accedió a un puesto de trabajo no quiere decir que usted es dueño de ese puesto toda su vida.
 
¿Es el proceso de selección de docentes una de las claves del éxito en el modelo de Fe y Alegría? ¿Cómo los eligen?
Estamos terminando una investigación para conocer cuáles son los factores de éxito de Fe y Alegría y lo que hemos encontrado hasta ahora es que la mística es un factor importante. Los maestros aquí descubren el gusto por hacer las cosas bien. En virtud del convenio que tenemos con el Estado, Fe y Alegría pone a los directores y son ellos los que seleccionan a los maestros.
 
¿Qué criterios se toman en cuenta?
No tenemos un procedimiento estándar, lo que hay es un compromiso. Hay una directora, por ejemplo, que selecciona a sus profesores así: organiza una clase modelo, lleva a 30 niños y el maestro postulante dicta la clase. Ella no mira al maestro, observa a los niños y dependiendo de la reacción de los niños los elige. Creo que deberíamos darles la oportunidad a los directores de que elijan a los maestros.
 
Pero si eso se aplica a otras escuelas del Estado hay directores que podrían elegir a sus amigos…
Podría pasar, pero no en todos. El problema muchas veces en la administración pública es que por querer evitar los excesos terminamos legislando de tal forma que no se puede mover nada.
 
¿Y se presentan muchos profesores para enseñar en Fe y Alegría?
Existe la idea entre algunos profesores de que aquí se trabaja más, y es verdad, pero no porque te van a explotar si no porque aquí van a encontrar el gusto por trabajar mejor. Hay mística en nuestros colegios. El sueldo no es todo, hay que motivar a los maestros. Estoy convencido de que la mayoría tiene aunque sea un poco de vocación de servicio y altruismo. Tenemos hacer alianza con ellos.
 
¿Funcionan espacios como el del Consejo nacional de Educación?
El Consejo no tiene capacidad de mando, es una instancia que nos debe invitar a la reflexión, marcarnos el camino para recordarnos los consensos y ayudarnos desde la sociedad civil a discutir el tema.
 
Una de los compromisos asumidos hace años es alcanzar el 6% del PBI para la educación y no se puede pasar del 3%...
Pongamos que alcanzamos el 6% del PBI, de qué sirve si todos los años ejecutamos solo el 60%. Hay incapacidad de gasto y no es solo en educación, miremos también los otros sectores.
 
Hay otros temas también: nadie fiscaliza los institutos pedagógicos, universidades que no garantizan una mínima calidad educativa. La formación docente también está en crisis. ¿Qué tipo de profesores estamos formando?
Tocas un tema muy delicado. Un maestro trabaja en la escuela pública en la mañana, luego va a un particular por la tarde y en la noche maneja un mototaxi. ¿De qué manera ese maestro sobrecargado puede cultivarse? ¿Cuántos maestros tienen tiempo para leer? Nos quejamos de la comprensión lectora de los alumnos, pero cuántos maestros leen. Ha habido una precarización de la vida del maestro. Enseñar cansa. Yo no creo que muchos siquiera tengan tiempo para preparar sus clases. Se deberían diseñar proyectos de acompañamiento en las aulas. Hay que buscar experiencias exitosas y que sean replicables. Si vamos a capacitar a 100 mil maestros y va a tener éxito solo con 20 mil, concentrémonos solo en esos 20 mil.
 
Pero el Sutep luego diría que por qué solo se capacita solo a algunas…
Bueno, en ese momento se tendrá que negociar con el Sutep. Y así vamos a ir aprendiendo que a poquitos vamos haciendo camino.
 
El papel de la familia ha cambiado. Los padres le exigen ahora a la escuela un rol que ellos mismos deberían asumir, piden que el colegio los eduque, discipline, motive… ¿Cuál es la responsabilidad de los padres en todo esto?
Estamos en la cultura de la tercerización. Muchos padres creen que pueden tercerizar su papel educador y según los estudios la escuela influye solo entre un 25% y 30% en la formación del menor. La familia no debe abdicar en su rol educador y lo está haciendo.
 
La educación en el país puede ser también un reflejo de lo que está pasando en nuestras familias.
Sin duda. Es el reflejo, pero la escuela tiene que llamar la atención. Hay roles de la familia que no pueden quedar del lado. El padre tiene que ser padre y la madre tiene que ser madre.
 
Muchas familias envían a los niños casi todo el día a la escuela, y en esta cada vez les dejan más tareas, el espacio para el juego casi ha desaparecido. Los escolares crecen estresados.
En una escuela de clase media y media alta el 90% las parejas trabajan fuera de casa. Por eso algunas familias piden que el colegio prolongue la estadía de los chicos. Creo que ahora la familia le está pidiendo cosas a la escuela que la escuela siente que no debería dar y la escuela les reclama a los padres aspectos que no están dando y que probablemente ya no estén dando: más tiempo para sus hijos. Hace unos años en un colegio tuvimos que llamar a una reunión con los padres porque los niños no aprendían a coger un lapicero. Esto no ocurría hace 20 años porque la madre enseñaba a escribir a los hijos. Ahora muchos padres creen que el tiempo de calidad hacia el hijo es el tiempo del consentimiento. Hay padres que están abdicando del rol de ser padres y quieren ser amigos. No entienden que son padres, si además pueden ser amigos está bien, pero su hijo necesita un padre.
 
En las escuelas se prioriza la memoria antes que la reflexión, están de moda los cursos para lectura veloz o trucos para resolver los problemas de matemáticas. ¿Qué tipo de escolares está formando nuestro actual sistema educativo?
Yo creo que el que mejor está trabajando en este tema es el Ministerio de Educación. Una escuela que da datos ya fue. Hoy, con Internet, tranquilamente un alumno puede tener más información que un profesor. Entonces la escuela debe enseñar a desarrollar habilidades y capacidades para la vida, más que a memorizar datos. Internet le hizo jaque mate a la docencia de la pizarra y la tiza. Esa forma de enseñar va a ser barrida del planeta.
 
Fuente: El Comercio

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