martes, 3 de noviembre de 2009

Entrevista al Dr. Walter Estrada

Entrevistador Modesto Montoya (mayo 2006)

Walter Estrada es el primer doctor en Física graduado en el país dentro del programa de cooperación peruano-sueco, haciendo su tesis tanto en el Perú como en Suecia y el físico más productivo de las universidades peruanas. Actualmente trabaja en el IPEN. Walter Estrada estudio la primaria el Colegio Decroly y la secundaria en la G.U .E Alfonso Ugarte (1966-1970). Se preparó en una academia al tiempo que terminaba su secundaria. Ingresó a la UNI en el año 1971 y siguió la carrera de Física. . Walter Estrada fue el primer físico que se graduó en un programa de doctorado cooperativo peruano-sueco, el que se inició gracias a su buen desempeño en un programa de maestría en ciencia de materiales apoyado por la Universidad de Uppsala

¿Cómo se inició tu interés por la ciencia experimental?
Mi tío era mecánico y dicen que me gustaba mucho usar sus herramientas. Creo que desde entonces tenía inclinaciones por la experimentación.

¿Cómo te preparaste para ingresar a la UNI?
Iba al colegio de 8 a 12, retornaba de 15 a 18 hs, y la academia empezaba a las 19 hs. No había tiempo para estudiar lo del Colegio, pero aunque con notas disminuidas, logré culminar la Secundaria.

¿Cómo escogiste física?
El profesor Emilio Ley, químico de la UNI y profesor en la academia, nos incentivaba un poco para seguir ciencias contándonos su propia experiencia. Como ingresé en buen puesto tenía la posibilidad de escoger la carrera de mi interés, pero primero había que hacer estudios generales. Ahí me encontré con Jaime Fernández-Baca con quien hice una gran amistad. Éramos compañeros de mesa en las prácticas de Laboratorio. Él me hablaba mucho de su tío (Marco Fernández-Baca) que era ingeniero, presidente de Petroperú a quien admiraba bastante. Como él me hablaba tanto de su interés por la Física , fui a la facultad de ciencias a tener mayor información de ella… y te vi a ti, mirando un panel, y te pregunté qué pensabas de la física como carrera. Tú me dijiste que la física ofrecía muchas oportunidades y que dependía de ti hasta donde quisieras llegar. Me dijiste que en la facultad te entrenaban para pensar y resolver problemas complejos y no innumerables problemas pequeños como sucede en otras facultades. Me contaste que tú estabas terminando y que viajabas al extranjero para seguir el doctorado para profundizar tus conocimientos. La conversación contigo me convenció. Escogí física.

¿Cómo fue tu primer día de clases en física?
La primera sorpresa en el primer día de clases fue encontrarme con Oscar Becerra, Ruben Lindo y Federico Pardo, con quienes me había preparado en el mismo salón de la academia Sigma. Pardo entró en el segundo puesto a la universidad y Becerra estaba dentro de los diez primeros; Pardo era para nosotros uno de los “tromes” del grupo. Obviamente estaba también Jaime. Nunca les pregunté a mis amigos como decidieron estudiar Física, porque en la Academia aparentemente todos habíamos elegido Ing. Electrónica que era la carrera de moda en ese tiempo.

¿Cómo fue tu dedicación?
Me dediqué, pero, desde el cuarto ciclo, trabajé en una academia de preparación, y, desde el octavo, com Profesor de Prácticas en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

¿Sobre qué fue tu tesis?
Como no tenía tiempo para el trabajo experimental, porque trabajaba para mi sustento, escogí un tema teórico. Julio Alcántara me dio el tema en Mecánica Estadística “La solución exacta de la entropía residual del modelo bidimensional del hielo”, . La idea era determinar la función de partición del agua pero asumiendo una estructura planar de ella: el oxígeno, con dos hidrógenos cerca y dos hidrógenos lejos. Se calculaba la entropía a la temperatura cero. Era un problema de grafos, de arreglos de diferentes posibilidades, tenía que determinarse la función de partición del sistema, para luego calcular la entropía. Julio se fue a Inglaterra apenas comencé el trabajo y cambió de tema, lo último que hizo como asesor fue enviarme un libro desde Inglaterra.

¿Te quedaste huérfano?
Menos mal que vino el físico francés Robert Baptiste, de Grenoble. Era el profesor de mecánica estadística en la Facultad. Con él termine mi tesis, pero partió antes que yo sustentara.
Huérfano por segunda vez…
Él convenció a Luís Cisneros para que me apoyara; tuve que explicarle todo el trabajo un poco por semana. Me ayudó a perfeccionar el trabajo con grafos, que él conocía. Así sustenté mi tesis de licenciado.

¿Luego intentaste salir?
Estuve dos años sin hacer nada en física. No postulé a ninguna beca a Estados Unidos, sobre todo porque mis conocimientos del idioma inglés era bastante precario. En ese tiempo me dediqué a aprender el idioma. En ese entonces, Horacio Verdún me sugirió que participara en un programa de Maestría peruano-sueco en el campo de ciencia de materiales que recientemente se había firmado entre la UNI (Facultades de Mecánica, Metalurgia y Ciencias) y el Seminario Internacional de Física de la universidad de Uppsala. En este programa también participaron otros estudiantes de física como Sergio Benites, Elsa Benavente, Jorge Alcalá, Julio Yosa (de la UNA ), entre otros diez.

¿Te dedicaste a tiempo completo a los cursos?
Al mismo tiempo que seguía los cursos, empecé la tesis de maestría con Verdún, sobre aleaciones para amalgamas dentales. Eran unas aleaciones de plata-estaño que luego se mezclaba con mercurio. Él contaba con los tubos de cuarzo y horno para la fabricación de las aleaciones. Estaba también diseñando un equipo para medir las dilataciones de esas amalgamas.

¿Los profesores eran suecos?
Los primeros cursos los dictaron peruanos. Los tres últimos cursos, que eran microscopía electrónica, teoría de las dislocaciones y comportamiento mecánico de materiales, los dieron los suecos.

¿Y cómo te fue en los cursos?
Al año,Verdún se fue a Maryland y Miguel Sáenz, de la Facultad de Mecánica, lo reemplazó en la coordinación del programa. Los cursos de los suecos eran en inglés. Sólo yo aprobé los cursos dictados por los suecos, con 14, la segunda nota fue 8. Eso creo que se debió a que yo para entonces tenía mayores conocimientos de inglés que mis compañeros. El programa fracasó, aunque la maestría, como era de la UNI , prosiguió.

Huérfano por tercera vez…
Empecé mi tesis con el asesoramiento de Anibal Valera, haciendo recubrimientos de sulfuro de cadmio y óxido de estaño sobre láminas de vidrio, con la idea de fabricar celdas fotovoltaicas. Las celdas llegaban a 1% de eficiencia que Valera consideraba buenas para las condiciones de trabajo que teníamos en el Laboratorio de la Facultad. Tenía que sustentar la tesis en enero del 82, pero Augusto Mellado, director de posgrado, tenía dudas en aceptar el trabajo como una tesis de ciencia de materiales, bajo el argumento que el tema más parecía de física.

¿Tuviste que cambiar de planes?
Cuando estábamos en esa discusión, me llega un télex de Suecia, del Dr. Lennart Hasselgren, el coordinador sueco del programa peruano-sueco de maestría, invitándome para hacer mi tesis allá, dentro del programa de materiales; según el Convenio los dos primeros alumnos del programa de maestría UNI-Uppsala tenían la posibilidad de realizar el trabajo de tesis en Suecia. Acepté la invitación y les pedí que buscaran algún Profesor sueco que me ayude a completar el trabajo que hice en Lima. Ellos eligieron al profesor Ribbing, que hacía lo mismo que nosotros en Lima. Fue así que empecé a trabajar en el Laboratorio de Física del Estado Sólido de la Universidad de Uppsala bajo la asesoría del Dr. Ribbing. Entonces mejoré el trabajo realizado en Lima, con instrumentación moderna. La caracterización fue hecha con difracción de rayos X y microscopía electrónica. Se trataba de caracterizar bien el sulfuro de cadmio y el óxido de estaño, y no tanto el dispositivo.

¿Regresaste a sustentar tu tesis a Lima?
Mi tesis la sustenté en Suecia, ante Lennart, Ribbing y otro profesor llamado Thommy Carlsson, docentes de la Universidad de Uppsala. El Ing.Mellado envió toda la documentación a Suecia y validó la evaluación hecha por los profesores suecos. Fue la primera tesis en Ciencia de los Materiales del Perú.

¿Por qué en Suecia?
Porque cuando los suecos enviaron mi tesis al Ing. Mellado, él pidió que se sustentara en Suecia y que ellos dieran la calificación. Por alguna razón no quería que sustente en la UNI en la Facultad de Ciencias. Sustenté la tesis a inicios del año 83.

Siguió el doctorado…
Para el doctorado, al principio quise hacerlo en Suecia. Pero Lennart sugirió hacerlo de manera cooperativa entre la UNI y la Universidad de Uppsala; porque en experiencias anteriores con estudiantes peruanos sucedía que ninguno de los graduados retornaban al Perú, todos se quedaban en Suecia, tales como Wilder Carrillo, José Rendón, Jorge Vega y Carlos Matuk entre otros. De modo que si se quería hacer el doctorado con apoyo sueco, dijo Lennart, tenía que ser de otra modalidad. Acepté hacerlo en la modalidad que sugería Lennart. Así empezó un programa cooperativo de Doctorado en Física de largo alcance, que continua hasta ahora. Según esta se debía contar con dos asesores, uno local y otro externo; el trabajo experimental se realizaría en la UNI y en la Universidad de Uppsala, con apoyo de algún otro laboratorio de la región. Los cursos se podrían tomar en Suecia con la aprobación del supervisor externo y la sustentación de la tesisi se haría en Lima con la presencia del asesor externo.

Lennart fue drástico…
Lennart fue claro y me dijo: “si quieres hacer un programa personal, búscalo tú, si quieres ayudar a tu país, te ayudamos nosotros”. Ribbing no aceptó que continuara mi trabajo incluyendo mi estadía en Lima, porque prefería reforzar su grupo en la Universidad de Uppsala. Manfred Horn tuvo contacto con el profesor Granqvist de la universidad de Chalmers, muy activo en el desarrollo de nuevos materiales para aplicaciones solares, quien estuvo dispuesto a colaborar con la UNI , y con quien empezó el programa conjunto Suecia-Lima de doctorado en física. Él tenía experiencia de cooperación con la India y con Africa.

¿Cuando regresaste a Lima?
Antes de iniciar el programa de doctorado, hice una estadía de un año y medio en el Instituto de Metrología “Gustavo Colonnetti” de Turín-Italia. Regresé a Lima a las finales del 84.

¿Granqvist vino a Lima?
Si vino. Al ver los equipamiento dijo “No está mal, cuando fui al Africa, donde también cooperé, encontré laboratorios que tenían sólo una regla”. Así empecé mi tesis sobre el comportamiento electrocrómico del óxido de níquel. Elaboré óxido de niquel usando técnicas de vacío y medía su comportamiento óptico introduciendo protones. Se medía cuánta luz transmitía de acuerdo a la cantidad de protones que se le introducía electroquímicamente. Fue un trabajo complementario al de un tesista anterior.

Entonces empezó en serio el programa…
A principios del 85 empezó el programa, fui tres veces a Suecia. Venían científicos suecos a Lima. También algunos estudiantes suecos. Yo fui tres veces a Campinas, Brasil, donde tenía mucha experiencia en técnicas electroquímicas. Granqvist había colaborado con esa universidad. También fui un mes a Italia, para hacer experimentos introduciendo litio en lugar de protones.

¿ Cuando sustentaste tu tesis?
Hice las cinco publicaciones que eran necesarias para doctorarse en Suecia. El 90 sustenté en Lima, y hasta ahora continúo con ese programa de cooperación.

¿Tiene alguna aplicación práctica esos materiales electrocrómicos?
El problema es que se degrada. Cuando se inserta o extrae el protón, hay una degradación. En mil ciclos se deteriora significativamente, y para hacerlo rentable sería necesario 20 a 30 mil ciclos. Si no, estos materiales reemplazarían a las persianas en las ventanas, es decir tendríamos “persianas electrónicas”. Se gradúa la transparencia óptica con un voltaje pequeño.

¿Y en áreas pequeñas?
Se usan comercialmente en lentes y espejos. Las lentes oscurecían con la luz, funciona con una pila, aunque ahora se hacen automáticos. También es comercial en retrovisores de autos y en algunos tipos de pantallas.

La ciencia de materiales está avanzado en las universidades del Perú…
Trujillo busca materiales que soporte la corrosión y aleaciones ferrosas y no-ferrosas. Ellos también recibieron apoyo sueco. San Marcos hace superconductividad, con Angel Bustamante, materiales arqueológicos con Jorge Bravo, aleaciones metaestables con propiedades magnéticas con Victor Peña, usando técnicas de percusión mecánica, las que luego caracterizan con distintos métodos. En la Católica , los químicos hacen polímeros, corrosión; han empezado a trabajar en películas delgadas con el apoyo alemán.

¿Y tu grupo, cómo avanza?
Nosotros hemos consolidado el grupo con apoyo sueco. Hemos trabajado en electrocromismo; y poco a poco estamos ingresando a sensores de gas, tema que luego le interesó a los suecos; ahora estamos en fotocatálsis, y buscamos siempre otro tipo de propiedades de los materiales elaborados en el laboratorio.

Supongo que pueden hacer un libro con lo que han hecho hasta ahora…
Estamos haciendo un libro sobre materiales basados en óxidos de metales de transición, sobre lo que hemos hecho en los diez últimos años. Estamos con Juan Rodríguez y José Solís. Desde el año pasado hemos empezado con materiales porosos, los que aumentan la superficie de contacto. Para lo cual debemos optimizar técnicas de spray y sol-gel. Ahora tratamos de obtener partículas, para encontrar polvos de tamaño controlable. Compraremos un spray plasma, para producir reacciones químicas en el camino usando flama y láser.

¿Tu dedicación a la ciencia y los viajes han afectado un poco a los niños?
Creo que sí. Cuando Daniel era pequeño, yo viajaba mucho, y creo es quien sufrió más mi continua ausencia. Al segundo le afectó menos porque cuando nació no viajaba mucho; tengo la impresión que tiene más motivación para hacer ciencia, y se está preparando para postular a la UNI , y quiere seguir Física. El tercero es más comunicador y más interesado en cosas prácticas, pero aún no define su vocación.

¿Tú eres profesor en universidades privadas y estatales, vez algunas diferencias entre los alumnos?
En las privadas los alumnos en general son más extrovertidos, se comunican mejor, tienen más vivencias sociales y con menores problemas económicos, pero en su mayoría ingresan con muy poco hábito de estudiar intensamente particularmente materias como matemáticas, física y química. En las nacionales en su mayoría son tímidos, introvertidos, dificultad para expresar sus ideas particularmente en forma escrita, pero están bien motivados e intelectualmente bien dotados. Sorpresivamente te resuelven problemas complejos. Creo que la selectividad en el ingreso es un factor que hace que en las universidades nacionales los alumnos tengan mejores hábitos de estudio.

¿Comparándolos con los suecos?
Los estudiantes suecos son más metódicos, terminan la tesis en los tiempos determinados. No hacen ni más ni menos. Yo pensé que era por el medio, pero los chicos suecos que vinieron hacer su tesis en Lima, mantuvieron sus hábitos y terminaron su trabajo en el tiempo programado. Apuntan todo, no se dispersan, observan un horario de trabajo y van hacia un objetivo. Los peruanos se distraen, no siguen un orden, se dispersan, no acaban una tarea y ya empiezan otra cosa. Creo que todo viene desde la formación escolar.

¿Cómo haz combinado la ciencia con tu vida familiar?
Me casé el 80, antes de la maestría. Estudié con el hermano de Carmen, que ahora es mi esposa. Siempre conté con su apoyo y compresión, porque no es fácil emprender estudios doctorales con responsabilidades familiares, y en ese sentido es fundamental contar con una compañera que te alienta y apoya. Las veces que viajé a Suecia lo hice con Carmen y mis hijos.

¿Hijos?
Tengo tres hijos, Daniel (22), David (17), Andrés (15).

¿Les aconsejarías a los jóvenes a seguir ciencias?
Si les aconsejaría. El que estudia ciencias tiene buenas oportunidades para llegar a los más altos niveles de formación académica tanto dentro como fuera del país; esto es particularmente importante en un mundo cada vez más globalizado y en donde el conocimiento es la mejor arma que puede tener una persona, una institución, un país en un mundo cada vez más competitivo.

Lima, mayo 2006

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