Los niños cuyas madres tuvieron niveles bajos de la hormona tiroxina presentan el doble de probabilidades de tener un mal rendimiento en aritmética La escasez de tiroxina durante el embarazo aumentan las probabilidades de que el niño tenga bajo rendimiento en aritmética
La hormona tiroxina, que pasa de la madre al bebé en el útero, es crucial para el desarrollo del cerebro, pero muchas mujeres embarazadas tienen niveles muy reducidos de la misma. Los niños cuyas madres tuvieron niveles bajos de dicha hormona presentan el doble de probabilidades de tener un mal rendimiento en aritmética
Así lo asegura un estudio realizado por especialistas del Centro Médico de la Universidad VU en Amsterdam a casi 1.200 niños en el proceso desde el vientre materno hasta que iniciaron sus estudios escolares, recoge Daily Mail.
El estudio, dirigido por el médico Martijn Finken, consistió en medir los niveles de tiroxina de distintas madres durante 12 semanas del embarazo y compararar los resultados con las puntuaciones de los niños en las pruebas aritméticas y de lenguaje a los cinco años, a través de sus niveles de la hormona en cuestión.
Aquellos niños que fueron expuestos a los niveles más bajos de tiroxina en el útero tenían 90% más probabilidades de tener las notas más bajas en clase de matemáticas durante la época escolar. Curiosamente, los niveles hormonales no estaban vinculados a las puntuaciones de los niños en las pruebas de vocabulario y habilidad con el lenguaje.
«Esto puede ser debido a que nuestras habilidades lingüística son resultado más de nuestra educación mientras que nuestra capacidad matemática es un resultado más directo del desarrollo de nuestro cerebro», agregó Finken.
El médico, que confirmó que seguirán analizando si estos problemas persisten en la edad adulta, añadió que «puede ser posible hacer frente al problema, simplemente testando las hormonas de las mujeres al comienzo del embarazo y dando suplementos de tiroxina a quienes los necesitan».
La solución, aumentar el consumo de yodo
Estos suplementos, según Finken, «muchas veces no se dan con la suficiente antelación. Las mujeres deben tomar las tabletas en las primeras cuatro semanas de embarazo». Precisamente, la falta de suplementos de la hormona son necesarios durante el proceso de gestación ya que «al principio del embarazo, el feto todavía no es capaz de producir su propia tiroxina», afirmó el médico británico Juan Lázaro.
El problema generalizado de la escasez de la hormona radica en la falta de yodo en la dieta. «El yodo, que se encuentra en la leche y el pescado, es el ingrediente principal de la tiroxina por lo que es recomendable consumirlo durante el embarazo, aproximadamente de 100 a 150 microgramos al día», agregó Lázaro.
Fuente: ABC.ES
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