Gary Kaspárov, maestro ajedrecista, político y escritor, era uno de los grandes esperados en el Management & Business Summit (MABS 2016) organizado por Atresmedia a través del área de Atres Business. El encuentro, conducido por Mamen Mendizábal, vuelve a reunir a grandes directivos de las grandes empresas españolas con líderes internacionales.
En una ponencia plagada de anécdotas y guiños, el ajedrecista ha confesado que el volver a España le hace sentirse especial "porque en mi carrera, probablemente, me pasé más tiempo jugando en este país que en cualquier otro. Tengo muy buenos recuerdos jugando en España". A continuación, Kaspárov ha revelado el motivo que le ha traído al MABS 2016: "Hemos venido a hablar de mejoras en nuestros procesos de toma de decisiones"; procesos en los que el ajedrecista se ha seguido sirviendo de los mecanismos que ya utilizara para convertirse en el rey de ese deporte."Durante toda mi vida he utilizado el ajedrez para acelerar mis procesos de toma de decisiones".
Ha comentado la estrecha relación que existe entre el ajedrez y la inteligencia: "El ajedrez se ve como un nexo del conocimiento humano. No estoy necesariamente de acuerdo, pero me halaga. Creo que te ayuda a desarrollar el cerebro, ayuda a los niños a desarrollar la lógica, la memoria, la planificación… y también a los adultos que quieren desarrollar estas habilidades", ha dicho.
Así, ha relatado que en su fulgurante y brillante carrera como ajedrecista eran muchos los que se le acercaban para pedirle consejo, no sólo sobre temas relacionados con el deporte del tablero. "El peor error que uno puede cometer a la hora de mejorar en la toma de decisiones es el tomar un consejo universal; porque todos somos diferentes. La toma de decisiones es algo tan único como vuestro ADN o vuestra huella dactilar". Por lo tanto, el también político y escritor ruso ha asegurado que entre los secretos está el conocerse a uno mismo para ser así más consciente de sus armas con las que enfrentarse en el campo de batalla con los posibles rivales del día a día: "No hay que tratar de luchar contra nuestra naturaleza. Tenemos nuestro estilo. Se puede ganar jugando a la defensiva o siendo agresivo. Lo importante es que sepas quién eres y cómo diseñar el juego que te haga competitivo. Todo se basa en generar las condiciones que te beneficien y en incomodar a tu oponente", ha afirmado en referencia a un entorno político-económico.
"No se trata de ser perfecto; se trata de conseguir el resultado que uno está buscando", ha aseverado el maestro ajedrecista que, en una exposición apoyada por imágenes ha recalcado "la importancia de saber quién eres, conocerte a ti mismo y conocer muy bien las fortalezas y debilidades del contrario".
El valor de las preguntas frente a las respuestas
Otro de los ejes de su intervención ha consistido en restar valor al peso de las respuestas y, por el contrario, trasladarlo a las preguntas en lo que se refiere a los procesos de toma de decisiones. "Casi cada minuto tenemos que tomar decisiones. ¿Estamos tomando decisiones adecuadas? ¿Eres consciente del proceso de toma de decisiones? ¿Puedes recordar ahora mismo cuál fue la última vez que te equivocaste y por qué? Estas preguntas tienen que ser automáticas si quieres mejorar ese proceso de toma de decisiones", ha afirmado.
En este sentido, Kaspárov ha destacado que, si bien las máquinas pueden ayudar a acelerar el proceso de toma de decisiones, siempre habrá un espacio inherente a la naturaleza humana que nunca podrán ocupar. Para ilustrar esta premisa de partida, el ruso ha tomado una afirmación del genio español de la pintura, Pablo Picasso: "Los ordenadores son inútiles, solo pueden darte respuestas". Sobre esta ha comentado: "Hoy en día tenemos las respuestas. Con un click tenemos las respuestas a todo. Tenemos demasiadas respuestas. Pero lo importante es si estamos haciendo las preguntas adecuadas; porque la pregunta es el inicio de todo. No importa lo potente que es el ordenador porque si no le haces la pregunta adecuada, te lleva a conclusiones erróneas".
En esta parte de la intervención en la que ha reflexionado sobre la inteligencia artificial, Kaspárov ha comentado de pasada su experiencia en la lucha contra la máquina Deep Blue en 1996 y 1997, cuando jugó dos partidas de ajedrez contra esta peculiar computadora.
Para Kaspárov no solo es relevante la capacidad de una máquina para realizar preguntas más allá de las respuestas que pueda ofrecer, sino la importancia de que esas preguntas sean las adecuadas.
Es ahí donde las personas pueden marcar las distancias frente a los ordenadores. "El preguntarse por qué es algo sólo propio de los humanos. Deberíamos saber cuáles son las preguntas importantes. Si no conseguimos adivinar cuáles son, siempre perderemos contra alguien que sí lo sabe". Kaspárov ha recordado que el ser humano es muy bueno a la hora de leer contextos e interpretarlos.
Máquinas que sustituyen a personas, ¿el nuevo peligro?
En el repaso que Kaspárov ha hecho a las relaciones que el ser humano mantiene con las máquinas -como herramientas necesarias para mejorar y acelerar los procesos de toma de decisiones, objeto de su ponencia-, el ajedrecista ha dejado para el final un apartado que genera cierta intranquilidad: ¿Destruyen puestos de trabajo las máquinas?
"Todo el mundo está muy preocupado sobre los trabajos futuros, sobre si perderán su trabajo por culpa de las máquinas", ha comenzado la parte final de su alocución. "Ahora nos estamos enfrentando a un reto potencial y la gente tiene miedo".
Sin embargo, Kaspárov ha querido demostrar que este temor es algo intrínseco a la evolución tecnológica. Lo ha hecho tomando como ejemplo un invento de 1890, una máquina tabuladora que permitió realizar el censo norteamericano en 6 meses frente a los 6 años que se tardaba hasta entonces. "Por primera vez, una máquina reemplazó el trabajo de cientos de personas cualificadas", ha comentado.
"Hoy en día, los trabajos cambian muy rápidamente. No solo dentro de un sector, los propios sectores desaparecen muy rápidamente. No creo que hoy podamos asegurar qué trabajos estarán disponibles para nuestros hijos cuando salgan de la universidad. Lo que sí sabemos es que serán trabajos diferentes. La mayoría de los trabajos que tendremos en el futuro serán usos creativos de las máquinas", ha afirmado demostrando gran optimismo y apostando por la adaptación a los nuevos tiempos como medicina contra los traumatismos creados por el cambio. "Si está lloviendo fuera tienes que elegir: protestar o coger un paraguas. Yo siempre opto por la segunda. Hay que reaccionar a lo que está ocurriendo, hay que adaptarse y ser relevante".
El análisis de Kaspárov sobre la relación futura de personas e inteligencia artificial concluye que, por más que se perfeccionen los ordenadores, éstos nunca podrán adquirir una capacidad tan humana como es la creatividad y la experiencia. "Habrá muchas cosas que solo el ser humano será capaz de hacerlas. Hay espacio de sobra para que los seres humanos nos aseguremos que nuestra creatividad sea necesaria. Las máquinas no pueden hacerlo todo y siempre podremos generar una idea nueva para seguir progresando. Hay que utilizar la intuición humana, que es algo absolutamente único. Hay que utilizar nuestras máquinas, cada vez más inteligentes, para dedicar más tiempo a ser más creativos", ha aseverado.
El peligro de los populismos
Tras la ponencia, en el turno destinado a preguntas que ha conducido Álvaro Zancajo, presentador de ‘Antena 3 Noticias’, Gary Kaspárov ha respondido a cuestiones de índole política.
Sobre el auge de los populismos en Europa, Kaspárov no ha querido circunscribir esta realidad únicamente al viejo continente, pero sí ha remarcado el peligro para los sistemas democráticos que acompañan a la proliferación de estos movimientos: "Nos enfrentamos a un fenómeno extremadamente peligroso. El centro político, que siempre ha aportado estabilidad, está en peligro. Los grupos populistas se alzan y están erosionando el centro llevándose los votos de gente insatisfecha".
Kaspárov apuesta por analizar qué es lo que ha provocado la desafección de aquellos ciudadanos que en su día optaron por partidos tradicionales, por ese centro político, y que ahora han vuelto sus ojos a los partidos nacidos de movimientos populistas. A partir de este análisis, realizar los ajustes necesarios para atraer de nuevo al centro a esas personas.
El maestro ajedrecista, político y escritor ruso ha terminado el turno de preguntas rompiendo una lanza en favor del libre mercado y de la iniciativa personal: "Creo en el espíritu emprendedor. Creo que el capitalismo ofrece oportunidades únicas para desatar el poder del individuo. Siempre he querido ver más libertad para los emprendedores privados, para las PIME que son el tejido de la sociedad moderna. Los grandes inventos siempre vienen de personas que tuvieron poco, pero con grandes ideas y gran visión de futuro. Tenemos que intentar volver al espíritu del mercado libre para que los individuos tengan la oportunidad de cambiar las cosas a mejor sin gran intervención de las autoridades".
Fuente: http://www.lasexta.com/
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