Por Engels Ortiz Samanamud
Recientemente el presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Gonzalo García Núñez, denunció la proliferación en los últimos años de universidades que ya superan el centenar y que ofertan una pésima formación a los estudiantes de derecho en todo el país.
“Hay que empezar con un problema sustancial que debe enfrentar este gobierno y los próximos: la explosión de títulos, maestrías y supuestos doctorados que dan en este momento más de 600 filiales universitarias, y que devalúan la formación”, manifestó.
De otro lado, tenemos la noticia del Ranking Iberoamericano de Instituciones de Educación Superior (SIR 2011), que nos muestra un perfil detallado basado en cuatro indicadores: producción científica, ratio de colaboración internacional, calidad científica promedio de cada institución y proporción de artículos publicados en revistas de prestigio. Este ranking está encabezado por la Universidad de Sao Paulo del Brasil, seguido por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Estadual de Campinas (Brasil).
Por parte de Perú, destacan la UNMSM y la PUCP, y en otros rankings como del Laboratorio de Cibermetría que se dedica al análisis cuantitativo de Internet y los contenidos de la Red, sobre todo, relacionado al conocimiento científico, aparte de aparecer las dos universidades antes mencionadas, figuran la Universidad Cayetano Heredia, Agraria de la Molina y la UNI.
Con lo que se puede colegir que sólo 5 universidades peruanas concentran la mayor producción científica y tecnológica, otras 40 tienen una relativa contribución en C y T, y cerca de 50 no tiene ningun aporte.
A fines del 2009, el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior del Ecuador (Conea), recomendó la eliminación de 26 de sus universidades, la supresión gradual de sus extensiones universitarias (filiales) y la suspensión de los posgrados de las universidades que presentaron deficiencias en la evaluación, todo ello, tras un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional.
En nuestro país se tiene el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), que podría tomar en consideración los rankings internacionales, y luego de una evaluación de cada universidad recomendar su cierre temporal o definitivo.
Recientemente el presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), Gonzalo García Núñez, denunció la proliferación en los últimos años de universidades que ya superan el centenar y que ofertan una pésima formación a los estudiantes de derecho en todo el país.
“Hay que empezar con un problema sustancial que debe enfrentar este gobierno y los próximos: la explosión de títulos, maestrías y supuestos doctorados que dan en este momento más de 600 filiales universitarias, y que devalúan la formación”, manifestó.
De otro lado, tenemos la noticia del Ranking Iberoamericano de Instituciones de Educación Superior (SIR 2011), que nos muestra un perfil detallado basado en cuatro indicadores: producción científica, ratio de colaboración internacional, calidad científica promedio de cada institución y proporción de artículos publicados en revistas de prestigio. Este ranking está encabezado por la Universidad de Sao Paulo del Brasil, seguido por la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Estadual de Campinas (Brasil).
Por parte de Perú, destacan la UNMSM y la PUCP, y en otros rankings como del Laboratorio de Cibermetría que se dedica al análisis cuantitativo de Internet y los contenidos de la Red, sobre todo, relacionado al conocimiento científico, aparte de aparecer las dos universidades antes mencionadas, figuran la Universidad Cayetano Heredia, Agraria de la Molina y la UNI.
Con lo que se puede colegir que sólo 5 universidades peruanas concentran la mayor producción científica y tecnológica, otras 40 tienen una relativa contribución en C y T, y cerca de 50 no tiene ningun aporte.
A fines del 2009, el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior del Ecuador (Conea), recomendó la eliminación de 26 de sus universidades, la supresión gradual de sus extensiones universitarias (filiales) y la suspensión de los posgrados de las universidades que presentaron deficiencias en la evaluación, todo ello, tras un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional.
En nuestro país se tiene el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), que podría tomar en consideración los rankings internacionales, y luego de una evaluación de cada universidad recomendar su cierre temporal o definitivo.
1 comentario:
deberian cerrar muchas seudouniversidades, son una estafa descarada a la juventud del pais y deberian meter a la carcel a tantos estafadores que lucran con la educacion superior
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