El presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica (Fepuc), Julio Cáceda, pidió a los congresistas que son propietarios o accionistas de universidades privadas a abstenerse en la votación de la Ley de Reforma Universitaria, priorizando el interés general en este tema.
Estimó que habría al menos once parlamentarios vinculados a universidades privadas que serán juez y parte en el debate del proyecto de ley que debe entrar al pleno del Congreso en marzo.
"Éticamente, lo correcto es que se abstengan, este es un tema difícil en el cual no se debe anteponer los intereses privados al intereses general y, justamente para evitar sospechas, lo mejor es que abstengan en un tema en el cual están directamente relacionados", observó.
Cáceda confió en que la Comisión de Educación del Congreso incorpore a este proyecto de ley las observaciones planteadas por representantes estudiantiles que consideran que este es el momento de debatir una reforma universitaria.
Señaló, por ejemplo, la necesidad de seguir manteniendo como automático el bachillerato para evitar que se generen demoras en la obtención del mismo, lo que complicará la situación laboral de los egresados.
Ello, dijo, no va en desmedro de la necesaria investigación que deben practicar los estudiantes quienes deben haber aprobado cursos de investigación metodológica como requisito para obtener el título profesional.
Precisó, asimismo, que la norma debe establecer que tanto las universidades públicas como privadas tengan gobiernos democráticos con una real representación estudiantil, en iguales condiciones que los otros estamentos universitarios.
La Fepuc respalda la creación de una superintendencia que fiscalice la calidad de las universidades y, a diferencia de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), considera que esta instancia no vulnera la autonomía de las universidades.
Estimó que habría al menos once parlamentarios vinculados a universidades privadas que serán juez y parte en el debate del proyecto de ley que debe entrar al pleno del Congreso en marzo.
"Éticamente, lo correcto es que se abstengan, este es un tema difícil en el cual no se debe anteponer los intereses privados al intereses general y, justamente para evitar sospechas, lo mejor es que abstengan en un tema en el cual están directamente relacionados", observó.
Cáceda confió en que la Comisión de Educación del Congreso incorpore a este proyecto de ley las observaciones planteadas por representantes estudiantiles que consideran que este es el momento de debatir una reforma universitaria.
Señaló, por ejemplo, la necesidad de seguir manteniendo como automático el bachillerato para evitar que se generen demoras en la obtención del mismo, lo que complicará la situación laboral de los egresados.
Ello, dijo, no va en desmedro de la necesaria investigación que deben practicar los estudiantes quienes deben haber aprobado cursos de investigación metodológica como requisito para obtener el título profesional.
Precisó, asimismo, que la norma debe establecer que tanto las universidades públicas como privadas tengan gobiernos democráticos con una real representación estudiantil, en iguales condiciones que los otros estamentos universitarios.
La Fepuc respalda la creación de una superintendencia que fiscalice la calidad de las universidades y, a diferencia de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), considera que esta instancia no vulnera la autonomía de las universidades.
Andina
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