En medio de la polémica por lo que será la decisión de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) en torno al pedido de modificar sus estatutos, el ex embajador del Perú ante el Vaticano Alfonso Rivero se pronunció a favor de la demanda de la Santa Sede.
Rivero terminó sus funciones diplomáticas en Roma en noviembre del año pasado y, según considera, las diferencias entre la Iglesia y la PUCP son un tema que le pertenece en estricto interno al Vaticano.
Rivero habló con El Comercio sobre el acuerdo de 1980, vigente entre el Perú y el Vaticano, y su relación con la Ley Universitaria, en la que se ampara la Universidad Católica para argumentar el concepto de autonomía universitaria.
El ex embajador señaló que si bien la Ley Universitaria dice que la asamblea es la que elige al rector, el tratado que tiene el Perú con la Santa Sede, firmado en 1980, prima sobre esta. Indicó que los artículos I y XIX de ese tratado le dan a la Iglesia plena autonomía para crear y manejar los centros educativos privados de todo nivel.
De otro lado, sostuvo que las divergencias por la adecuación de los estatutos han llegado a un nivel muy alto en el Vaticano.
“El que la Secretaria de Estado haya hecho suyo el caso implica que pasa a ser materia de decisión más cercana al Santo Padre”, dijo.
Para Rivero, el plazo que ha dado el Vaticano a la Universidad Católica es un llamado a la reflexión, a pensar en la importancia de la transmisión de los valores católicos en este centro.
Rivero terminó sus funciones diplomáticas en Roma en noviembre del año pasado y, según considera, las diferencias entre la Iglesia y la PUCP son un tema que le pertenece en estricto interno al Vaticano.
Rivero habló con El Comercio sobre el acuerdo de 1980, vigente entre el Perú y el Vaticano, y su relación con la Ley Universitaria, en la que se ampara la Universidad Católica para argumentar el concepto de autonomía universitaria.
El ex embajador señaló que si bien la Ley Universitaria dice que la asamblea es la que elige al rector, el tratado que tiene el Perú con la Santa Sede, firmado en 1980, prima sobre esta. Indicó que los artículos I y XIX de ese tratado le dan a la Iglesia plena autonomía para crear y manejar los centros educativos privados de todo nivel.
De otro lado, sostuvo que las divergencias por la adecuación de los estatutos han llegado a un nivel muy alto en el Vaticano.
“El que la Secretaria de Estado haya hecho suyo el caso implica que pasa a ser materia de decisión más cercana al Santo Padre”, dijo.
Para Rivero, el plazo que ha dado el Vaticano a la Universidad Católica es un llamado a la reflexión, a pensar en la importancia de la transmisión de los valores católicos en este centro.
Fuente: El Comercio
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