La autonomía ha permitido a la UNAM mantenerse independiente, tanto de poderes públicos como de grupos políticos, credos y organizaciones, afirmó el rector José Narro Robles.
Sin ella, esta casa de estudios estaría mutilada; esa condición es parte de su fuerza vital, motor de su creatividad y un seguro contra el apetito de grupos y sectores de distinta naturaleza. Por ello, debe entenderse que hay que cultivarla y cuidarla con el trabajo cotidiano, abundó en la ceremonia y concierto conmemorativos por el centenario de la Universidad Nacional.
En la Sala Nezahualcóyotl, el rector añadió que la autonomía ha permitido alentar la pluralidad de posturas y creencias, y de manera destacada, desarrollar mayores niveles de tolerancia.
Ésta última, valor fundamental, estimula el respeto y la consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, con frecuencia distintas a las propias y es lo que permite a los universitarios vivir a plenitud la pluralidad y el rechazo a cualquier signo de dogmatismo, apuntó. Hoy tenemos la urgencia y la oportunidad de dar un nuevo sentido a nuestro desarrollo, de regresar al apego de valores cívicos y sociales fundamentales. Hoy podemos diseñar un modelo de oportunidades y de inclusiones; “la apuesta a favor de la construcción de un desarrollo más justo, pasa por la educación, la ciencia y la cultura”, asentó.
Para finalizar, dijo que un día la historia arrancó en Bolonia, continuó en Cambridge, y “para nosotros comenzó en Salamanca. Un día, otras generaciones dieron inicio en 1551 a nuestra crónica. Un día, Justo Sierra nos convocó al acto que hoy nos articula. Nos toca a todos hacer las nuevas convocatorias, como la del segundo centenario”.
En la gala musical, la Orquesta Filarmónica de la UNAM, bajo la batuta de su director artístico, Alun Francis, estrenó a nivel mundial la Sinfonía no. 4 Conmemorativa, del maestro Federico Ibarra, pieza que evoca el primer siglo de esta casa de estudios en su condición nacional.
Asistieron, entre otros, integrantes de la Junta de Gobierno y del Patronato Universitario; directores de facultades, institutos y centros; miembros del Consejo Universitario; ex rectores y alumnos de esta casa de estudios.
También, casi una decena de gobernadores, el Jefe del gobierno del Distrito Federal, legisladores, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, rectores de Iberoamérica, miembros del cuerpo diplomático, representantes de organismos internacionales, entre otros.
Sin ella, esta casa de estudios estaría mutilada; esa condición es parte de su fuerza vital, motor de su creatividad y un seguro contra el apetito de grupos y sectores de distinta naturaleza. Por ello, debe entenderse que hay que cultivarla y cuidarla con el trabajo cotidiano, abundó en la ceremonia y concierto conmemorativos por el centenario de la Universidad Nacional.
En la Sala Nezahualcóyotl, el rector añadió que la autonomía ha permitido alentar la pluralidad de posturas y creencias, y de manera destacada, desarrollar mayores niveles de tolerancia.
Ésta última, valor fundamental, estimula el respeto y la consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, con frecuencia distintas a las propias y es lo que permite a los universitarios vivir a plenitud la pluralidad y el rechazo a cualquier signo de dogmatismo, apuntó. Hoy tenemos la urgencia y la oportunidad de dar un nuevo sentido a nuestro desarrollo, de regresar al apego de valores cívicos y sociales fundamentales. Hoy podemos diseñar un modelo de oportunidades y de inclusiones; “la apuesta a favor de la construcción de un desarrollo más justo, pasa por la educación, la ciencia y la cultura”, asentó.
Para finalizar, dijo que un día la historia arrancó en Bolonia, continuó en Cambridge, y “para nosotros comenzó en Salamanca. Un día, otras generaciones dieron inicio en 1551 a nuestra crónica. Un día, Justo Sierra nos convocó al acto que hoy nos articula. Nos toca a todos hacer las nuevas convocatorias, como la del segundo centenario”.
En la gala musical, la Orquesta Filarmónica de la UNAM, bajo la batuta de su director artístico, Alun Francis, estrenó a nivel mundial la Sinfonía no. 4 Conmemorativa, del maestro Federico Ibarra, pieza que evoca el primer siglo de esta casa de estudios en su condición nacional.
Asistieron, entre otros, integrantes de la Junta de Gobierno y del Patronato Universitario; directores de facultades, institutos y centros; miembros del Consejo Universitario; ex rectores y alumnos de esta casa de estudios.
También, casi una decena de gobernadores, el Jefe del gobierno del Distrito Federal, legisladores, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, rectores de Iberoamérica, miembros del cuerpo diplomático, representantes de organismos internacionales, entre otros.
Fuente: www.dgcs.unam.mx
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