Un colega dio la voz de alarma. Primero, lo llamó por teléfono. Luego le pasó por correo las pruebas (que se pueden consultar en el documento adjunto a esta información). El rector de la Universidad madrileña Rey Juan Carlos, Fernando Suárez, hijo del historiador gijonés Luis Suárez, vinculado a la Fundación Francisco Franco, había copiado páginas completas de un trabajo suyo. Incluso le pasó un PDF en el que cotejaba el original con la burda imitación. El plagiado es Ignacio Fernández Sarasola, doctor en Derecho y profesor titular de Derecho Constitucional en la Universidad de Oviedo. Su trabajo es un artículo titulado La primera Constitución española: El Estatuto de Bayona, del 2003. El plagio data de cinco años después. Sarasola no le dio demasiada importancia al principio hasta que vio el rumbo que adoptaban los acontecimientos. El caso comenzó a destaparlo eldiario.es sin que Fernando Suárez asuma su responsabilidad ni ninguna institución abra una investigación. Así que Sarasola contribuye a airear lo sucedido y se está planteando llevarlo a los tribunales.
«Ha sido más torpe que el más torpe de mis alumnos», se indigna el profesor asturiano. Explica que sus estudiantes, al menos, tratan de camuflarse cuando copian y resumen o redactan de nuevo el original. Pero Fernández Suárez ha plagiado páginas completas de la obra de Sarasola, incluso con sus anotaciones, sin ningún maquillaje. En el mismo artículo objeto de su denuncia, han aparecido extractos completos, sin comillas, de otros tres expertos. A esos tres los cita. Al profesor asturiano, no.
Los casos se han ido multiplicando en los últimos días. Han ido apareciendo una cascada de artículos y de especialistas, autores originales, que han comprobado con sorpresa cómo su obra ha sido calcada sin disimulo por el todavía rector. Sarasola explica que ante la inacción de las administraciones hay una serie de esos profesores agraviados «actuando de oficio». Él es uno de ellos. Esto supone, entre otras cosas, que están dando a conocer lo sucedido y que quieren compensar «el silencio y malentendido corporativismo» que han percibido. «En realidad, están ofreciendo una imagen universitaria lamentable», insiste.
Este profesor de Derecho asegura que el escándalo ya ha alcanzado tales dimensiones que es necesario revisar la obra de Fernando Suárez. Debería intervenir la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, que es donde está asentada la Universidad Rey Juan Carlos. También la Aneca, que es la agencia que acredita los méritos para conseguir las cátedras, «ya que es posible que la documentación que haya aportado no sea correcta», explica. También espera un pronunciamiento de la Conferencia de Rectores (Crue) y de las dos reales academias - Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y de la Real Academia de la Historia- de las que forma parte.
El rector acusado de plagio ha emitido unos comunicados con unas confusas explicaciones que a Fernández Sarasola le han indignado aún más, con argumentos como que el derecho de autoría solo se puede ejercer si el otro saca un rendimiento económico de lo que copia. O también que su trabajo en, en parte, responsabilidad de un equipo de personas. El profesor universitario asturiano califica de «aberrantes» este tipo de argumentos. Comenta indignado que al plagio hay que sumarle «su cobardía y su falta de honradez». Está convencido de que, en cualquier otro país europeo, un rector pillado con las manos en la masa «habría dimitido a los cinco minutos».
Es precisamente esa huida hacia adelante de Fernando Suárez lo que está haciendo que Sarasola valore la posibilidad de acudir a los tribunales. «En este país parece que si no existe una responsabilidad jurídica la disciplinaria no existe», señala. A su juicio, solo con documentos como el que acompaña esta información, el plagio está más que demostrado, por lo que el rector tendría que dar un paso atrás. Otra cosa es que se revise su carrera investigadora para comprobar hasta dónde llega el amaño.
Fuente: http://www.lavozdeasturias.es/
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