Muchas veces se ha dicho que Puebla tiene, entre otras ventajas, la de contar con una importante cantidad de universidades e instituciones de educación superior en su territorio. Se dice que al haber todas estas escuelas se están formando muchos jóvenes para atender las necesidades sociales y generar progreso para el Estado, por no mencionar el enorme flujo económico que significan decenas de miles de universitarios, tanto para las escuelas como para las empresas, de todos los tamaños que les ofrecen sus productos y servicios. Pero la realidad sobre la gran cantidad de “universidades” en Puebla es muy distinta, ya que lejos de ser una ventaja muchas de estas escuelas literalmente le están haciendo perder el tiempo a los estudiantes, ya que no cuentan con programas ni recursos de calidad que le garanticen a sus alumnos una preparación adecuada o que serán bien recibidos por los sectores privado y público una vez que terminen sus estudios. El hecho es que Puebla está llena de universidades “patito” que han florecido en los últimos años, primero por la falta de espacio en las instituciones públicas, pero sobre todo porque una buena cantidad de “empresarios” y funcionarios públicos han visto en la educación superior un jugoso negocio.
Es bastante sencillo distinguir una universidad sólida de una que sólo se dedica a cobrar colegiaturas. Lo que no resulta fácil, es descubrir porqué ciertas escuelas que no deberían llamarse universidades obtuvieron de la Secretaría de Educación Pública su Registro de Validez Oficial, siendo que no demuestran calidad en su enseñanza, planes de estudio ni en sus instalaciones. Por eso es muy importante el anuncio hecho ayer por el titular de la SEP poblana, Luis Maldonado Venegas, en el sentido de que habrá “cero tolerancia” frente a las universidades “patito” y que se suspenderá la emisión de Registros hasta que existan estándares mínimos de operación para estas escuelas. Claro que cuando se emitan estos estándares muchas supuestas universidades ni de broma podrán alcanzarlos, perjudicando a los estudiantes que en su momento confiaron en estas escuelas o bien no lograron inscribirse en una verdadera institución por falta de cupo o de recursos económicos. Eventualmente tendrá que pensarse cómo ayudar a estos jóvenes para que no pierdan de la noche a la mañana el tiempo y dinero invertidos, pero siempre será preferible detener a las malas universidades hoy, que tener el día de mañana miles de malos profesionistas desempleados, o lo que es peor, trabajando en actividades para las que hace falta estar realmente preparado.
Si la SEP va en serio contra las universidades “patito”, tendrá que retirarle el registro a varias de ellas aunque se afecten los intereses de quienes las crearon. Maldonado Venegas, se encontrará, si no es que ya lo sabe, con que varios dueños y socios de estas escuelas son o fueron personajes ligados a la administración pública, e incluso estuvieron vinculados con la Máxima Casa de Estudios del Estado y aprovecharon esos nexos e información para abrir sus propias escuelas con importantes ganancias económicas. Esperemos que en verdad se depure el padrón de universidades, quedándose sólo aquellas que en verdad instruyen a los jóvenes con calidad y valores, retirándole el título a las que únicamente cobran y crean falsas expectativas entre sus estudiantes.
Fuente: http://www.diarioeco.com.mx/
Es bastante sencillo distinguir una universidad sólida de una que sólo se dedica a cobrar colegiaturas. Lo que no resulta fácil, es descubrir porqué ciertas escuelas que no deberían llamarse universidades obtuvieron de la Secretaría de Educación Pública su Registro de Validez Oficial, siendo que no demuestran calidad en su enseñanza, planes de estudio ni en sus instalaciones. Por eso es muy importante el anuncio hecho ayer por el titular de la SEP poblana, Luis Maldonado Venegas, en el sentido de que habrá “cero tolerancia” frente a las universidades “patito” y que se suspenderá la emisión de Registros hasta que existan estándares mínimos de operación para estas escuelas. Claro que cuando se emitan estos estándares muchas supuestas universidades ni de broma podrán alcanzarlos, perjudicando a los estudiantes que en su momento confiaron en estas escuelas o bien no lograron inscribirse en una verdadera institución por falta de cupo o de recursos económicos. Eventualmente tendrá que pensarse cómo ayudar a estos jóvenes para que no pierdan de la noche a la mañana el tiempo y dinero invertidos, pero siempre será preferible detener a las malas universidades hoy, que tener el día de mañana miles de malos profesionistas desempleados, o lo que es peor, trabajando en actividades para las que hace falta estar realmente preparado.
Si la SEP va en serio contra las universidades “patito”, tendrá que retirarle el registro a varias de ellas aunque se afecten los intereses de quienes las crearon. Maldonado Venegas, se encontrará, si no es que ya lo sabe, con que varios dueños y socios de estas escuelas son o fueron personajes ligados a la administración pública, e incluso estuvieron vinculados con la Máxima Casa de Estudios del Estado y aprovecharon esos nexos e información para abrir sus propias escuelas con importantes ganancias económicas. Esperemos que en verdad se depure el padrón de universidades, quedándose sólo aquellas que en verdad instruyen a los jóvenes con calidad y valores, retirándole el título a las que únicamente cobran y crean falsas expectativas entre sus estudiantes.
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