Setecientos rectores se dan cita hoy y mañana en Salamanca para debatir bajo el título Universidad, Sociedad y Futuro en un simposio organizado por Universia, la plataforma educativa del Banco Santander. Los actos, a los que acuden 700 rectores de 26 países y 400 personalidades de la política y la empresa de instituciones nacionales e internacionales, ha sido inaugurado por el Rey. Este ha animado a las instituciones europeas a “liderar el futuro, sabiendo percibir y anticipar las demandas de la sociedad para ofrecer propuestas adecuadas creando espacios abiertos y atractivos” como la Universidad. Pues el monarca considera que para “abordar los grandes retos en materia de desigualdad y sostenibilidad” es necesario apostar por la educación superior para “dar respuesta a problemas complejos como las consecuencias de la globalización y el impacto de la transformación digitales en las actuales y futuras generaciones”.
La presidenta de Universia y el Banco Santander, Ana Patricia Botín, por su parte, ha insistido en que “ningún individuo, ninguna institución, ningún país pude prosperar si no aspira a la excelencia, individual, desde luego, pero sobre todo colectiva”. Con independencia de que sea una universidad centrada en su territorio o con vocación internacional. Y ello, opina la banquera, obliga a que la excelencia “sea inclusiva y contribuya al interés general y a la equidad”. La entidad bancaria centra gran parte de su obra social en la Universidad pues su portal Universia agrupa a 1.300 instituciones. Según sus cifras, desde 2005 ha concedido 300.000 becas para estudiantes, profesores e investigadores, 40.000 de ellas el pasado año, cuando gastó 130 millones de euros en educación superior.
Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, ha pronunciado el discurso más político. “Muchos estudiantes se gradúan y se encuentran con pocas oportunidades de trabajo. Nuestro estudio de las competencias de adultos es muy contundente”, ha lamentado. “Muestra la frustración de las personas, lo que les lleva a un rechazo de las instituciones creadas en los últimos 100 años, incluso a un rechazo de la democracia. Y ello produce fenómenos como el Brexit, el resultado electoral de Estados Unidos, que Holanda haya tardado siete meses en tener gobierno o Alemania cinco meses. O la fragmentación en el voto que se ha visto en España”.
Pam Fredman, presidenta de la Asociación Internacional de Universidades, ha alertado de la necesidad de combinar la enseñanza online con la presencial. Pues, a su juicio, “estudiar a distancia es mera información” y hay que “tener cuidado de no perder las perspectivas éticas y humanísticas” propias de la Universidad.
Gurría y Botín han coincidido en la necesidad de que las universidades gocen de mayor autonomía, pero que también rindan cuentas de su gestión y sean trasparentes. Y Gurría ha ido más lejos: “La endogamia es letal para la innovación”. El responsable de la OCDE ha animado a la conferencia de rectores CRUE a impulsar una ley universitaria que ha obtenido excelentes resultados en Portugal.
El lugar del encuentro, al que EL PAÍS acude invitado, no ha sido elegido al azar. La Universidad de Salamanca celebra en 2018 los 800 años de su creación y es la decana de los centros iberoamericanos. Todos los años Universia reúne a los rectores españoles y cada cuatro o cinco años celebra un evento internacional mucho más ambicioso porque tiene firmados 1.200 convenios de colaboración con universidades de medio mundo, en especial de Sudamérica. Este simposio da continuidad a los encuentros de Sevilla (2005); Guadalajara, México (2010) y Rio de Janeiro (2014), cada uno de ellos centrado en una temática.
En el marco del IV Encuentro Internacional de Rectores Universia, la entidad ha encargado a la agencia de estudios de mercado Ipsos una encuesta a 9.000 universitarios —1.000 españoles— de 19 países sobre los ejes de debate que se plantean hoy en Salamanca. El estudio concluye que un 40% de los alumnos optaría por una modalidad mixta (presencial y online) si empezase de nuevo el grado y el 50% considera que el modelo de aprendizaje a distancia es mejorable. Además, el 80% de los estudiantes y profesores cree que esta es la vía adecuada para democratizar la formación en educación superior porque fomenta la inclusión social y la igualdad de oportunidades. Y el 44% de los encuestados por Ipsos suspenden a la Universidad en su vertiente práctica. Creen que no fomenta el espíritu empresarial ni las conexiones con las empresas.
Fuente: El Pais
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