TRANSPARENCIA PARA CONSTRUIR CIUDADANÍA
Apoyan vínculo de Gobierno Central con las casas de estudios superiores. Promueven el rendimiento de cuentas y la vigilancia ciudadana
Por: Eldy Flores Tello
Lunes 23 de Mayo del 2011
Jorge Mori, de 29 años, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el 2000. Había estudiado en un colegio particular de Miraflores, pero no alcanzó la oportunidad que sí tuvieron sus hermanos de ir a una universidad privada.
Conocía de cerca las bibliotecas modernas y actualizadas, laboratorios de primera, bolsa de trabajo, opciones de becas y demás servicios que brindan las casas de estudios superiores privadas. Por eso, desde que ingresó a San Marcos comenzó a investigar las razones de las odiosas diferencias entre estas y las universidades del Estado. ¿Era cierto que no había presupuesto suficiente, que la corrupción campeaba?
En el camino, y dejando de lado los consejos de sus padres de que no se metiera en política para no perder el tiempo y que solo se dedicara a estudiar, se encontró con otros jóvenes ansiosos como él de hallar respuestas que los llevaran luego a las soluciones para lograr que la universidad pública recupere su prestigio de antaño.
En el 2007 fundaron Universidad Coherente, institución privada sin fines de lucro, que tiene como meta mejorar la calidad educativa de las casas de estudios superiores públicas.
Uno de sus objetivos es que sus egresados, a la hora de buscar empleo, no sean relegados por profesionales formados en universidades privadas de prestigio. Otro, asegura Mori, presidente ejecutivo de la institución, es que el país se beneficie con la inversión hecha por el Estado para educar a los jóvenes universitarios. “Queremos una universidad coherente con las necesidades del país”, afirma.
En el camino sus acompañantes y él descubrieron la palabra mágica que los llevó a encontrar las respuestas que perseguían: transparencia. Esta les quitó el velo que les impedía escarbar en el presupuesto de las universidades nacionales.
ESTAR INFORMADOS
Haciendo uso del derecho a la información, amparado por la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, hallaron que las universidades públicas están postradas más por la gestión ineficiente de sus recursos económicos y humanos que por falta de estos. El presupuesto global de la universidad pública se ha incrementado en 160% del 2000 al 2011 (ver infografía). Sin embargo, esto no se ha visto reflejado en mejores laboratorios y bibliotecas; más becas o mayores facilidades para la investigación.
Según la Ley Universitaria vigente, los alumnos cuentan con un tercio de los votos en los órganos de gobierno de la universidad. “Esto significa que formalmente los universitarios aprueban balances, memorias institucionales, presupuestos, contrataciones y convenios de inversión. En la práctica, no muchos están bien informados”, sostiene Mori.
Para revertir esa situación, Universidad Coherente hizo una alianza con el Estado, a través de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). En coordinación con la Secretaría de Gestión Pública y la Oficina Nacional de Gobierno Electrónico, dicta talleres de capacitación sobre transparencia y acceso a la información; rendimiento de cuentas; y vigilancia ciudadana a los alumnos y autoridades de las universidades públicas.
La situación de privilegio de los estudiantes, frente a los ciudadanos de un distrito o región, que tienen menor participación en el cogobierno de estos, los convierte en los candidatos ideales para integrar un laboratorio de ciudadanía, concluye Mori.
EN PUNTOS
Universidad Coherente acaba de publicar un informe sobre transparencia y acceso a la información en las universidades públicas del país.
El libro, denominado “Hacia una universidad más transparente”, incluye un ránking, que encabeza la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, la única que publica la trayectoria académica de sus docentes.
Apoyan vínculo de Gobierno Central con las casas de estudios superiores. Promueven el rendimiento de cuentas y la vigilancia ciudadana
Por: Eldy Flores Tello
Lunes 23 de Mayo del 2011
Jorge Mori, de 29 años, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el 2000. Había estudiado en un colegio particular de Miraflores, pero no alcanzó la oportunidad que sí tuvieron sus hermanos de ir a una universidad privada.
Conocía de cerca las bibliotecas modernas y actualizadas, laboratorios de primera, bolsa de trabajo, opciones de becas y demás servicios que brindan las casas de estudios superiores privadas. Por eso, desde que ingresó a San Marcos comenzó a investigar las razones de las odiosas diferencias entre estas y las universidades del Estado. ¿Era cierto que no había presupuesto suficiente, que la corrupción campeaba?
En el camino, y dejando de lado los consejos de sus padres de que no se metiera en política para no perder el tiempo y que solo se dedicara a estudiar, se encontró con otros jóvenes ansiosos como él de hallar respuestas que los llevaran luego a las soluciones para lograr que la universidad pública recupere su prestigio de antaño.
En el 2007 fundaron Universidad Coherente, institución privada sin fines de lucro, que tiene como meta mejorar la calidad educativa de las casas de estudios superiores públicas.
Uno de sus objetivos es que sus egresados, a la hora de buscar empleo, no sean relegados por profesionales formados en universidades privadas de prestigio. Otro, asegura Mori, presidente ejecutivo de la institución, es que el país se beneficie con la inversión hecha por el Estado para educar a los jóvenes universitarios. “Queremos una universidad coherente con las necesidades del país”, afirma.
En el camino sus acompañantes y él descubrieron la palabra mágica que los llevó a encontrar las respuestas que perseguían: transparencia. Esta les quitó el velo que les impedía escarbar en el presupuesto de las universidades nacionales.
ESTAR INFORMADOS
Haciendo uso del derecho a la información, amparado por la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, hallaron que las universidades públicas están postradas más por la gestión ineficiente de sus recursos económicos y humanos que por falta de estos. El presupuesto global de la universidad pública se ha incrementado en 160% del 2000 al 2011 (ver infografía). Sin embargo, esto no se ha visto reflejado en mejores laboratorios y bibliotecas; más becas o mayores facilidades para la investigación.
Según la Ley Universitaria vigente, los alumnos cuentan con un tercio de los votos en los órganos de gobierno de la universidad. “Esto significa que formalmente los universitarios aprueban balances, memorias institucionales, presupuestos, contrataciones y convenios de inversión. En la práctica, no muchos están bien informados”, sostiene Mori.
Para revertir esa situación, Universidad Coherente hizo una alianza con el Estado, a través de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). En coordinación con la Secretaría de Gestión Pública y la Oficina Nacional de Gobierno Electrónico, dicta talleres de capacitación sobre transparencia y acceso a la información; rendimiento de cuentas; y vigilancia ciudadana a los alumnos y autoridades de las universidades públicas.
La situación de privilegio de los estudiantes, frente a los ciudadanos de un distrito o región, que tienen menor participación en el cogobierno de estos, los convierte en los candidatos ideales para integrar un laboratorio de ciudadanía, concluye Mori.
EN PUNTOS
Universidad Coherente acaba de publicar un informe sobre transparencia y acceso a la información en las universidades públicas del país.
El libro, denominado “Hacia una universidad más transparente”, incluye un ránking, que encabeza la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, la única que publica la trayectoria académica de sus docentes.
Reportaje realizado por El Comercio
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