En tiempos de intervención de la Universidad Huachana ha fallecido una alumna de los primeros ciclos de enfermería a causa de las quemaduras de tercer grado producto de un experimento químico en un laboratorio que tenía un extintor vencido -que si hubiera funcionado- habría evitado esta temprana muerte.
Algunos dirán que eso es propio de las universidades públicas en donde escasean los recursos económicos a tal extremo que se les hace imposible contar con laboratorios bien equipados y con los mecanismos de prevención de accidentes al día.
Y es que este argumento que algunos podrían sintetizarlo como la consecuencia de una “universidad pobre para pobres” es inaceptable, porque la Faustino al igual que muchas universidades de provincias en estos últimos años vienen recibiendo importantes transferencias económicas de los gobiernos regionales por conceptos de canon minero y otras regalías.
Así que bastaría con que nuestras universidades públicas contaran con autoridades con mínimos criterios de capacidad de gestión como para destinar parte de los millones que perciben ha modernizar sus bibliotecas y sobre todo sus laboratorios.
Sin embargo los problemas de la Faustino van más allá de ser una corrupción de autoridades y altos funcionarios, en sí, el gran problema de la Faustino es que esa corrupción ha calado en todos sus niveles.
Ahi se tiene que un grupo de alumnos de los primeros ciclos de ingeniería premunidos de fiscal y policía le hayan tendido una celada a uno de sus profesores para evidenciar de que suele cobrarles para aprobarlos.
Habría que preguntarnos -si en la Faustino hay docentes coimeros entonces hay alumnos coimeadores-, acaso no es sabido que en la universidad de Huacho hay docentes que son calificados de muy verdes no porque sean estrictos en sus cursos sino porque les gusta mucha la moneda norteamericana y también hay de los docentes rabo verde.
Cuántos egresados y egresadas de la Faustino habrán pasado de ciclo y concluido la carrera pagando a docentes corruptos y mediocres con dinero y en otros casos con favores sexuales.
Este es el cáncer que ha estado haciendo metástasis en la universidad huachana y que hoy requiere decenas de quimioterapias y extirpaciones que no sólo pasan por autoridades sino también por docentes, alumnos y trabajadores.
Algunos dirán que eso es propio de las universidades públicas en donde escasean los recursos económicos a tal extremo que se les hace imposible contar con laboratorios bien equipados y con los mecanismos de prevención de accidentes al día.
Y es que este argumento que algunos podrían sintetizarlo como la consecuencia de una “universidad pobre para pobres” es inaceptable, porque la Faustino al igual que muchas universidades de provincias en estos últimos años vienen recibiendo importantes transferencias económicas de los gobiernos regionales por conceptos de canon minero y otras regalías.
Así que bastaría con que nuestras universidades públicas contaran con autoridades con mínimos criterios de capacidad de gestión como para destinar parte de los millones que perciben ha modernizar sus bibliotecas y sobre todo sus laboratorios.
Sin embargo los problemas de la Faustino van más allá de ser una corrupción de autoridades y altos funcionarios, en sí, el gran problema de la Faustino es que esa corrupción ha calado en todos sus niveles.
Ahi se tiene que un grupo de alumnos de los primeros ciclos de ingeniería premunidos de fiscal y policía le hayan tendido una celada a uno de sus profesores para evidenciar de que suele cobrarles para aprobarlos.
Habría que preguntarnos -si en la Faustino hay docentes coimeros entonces hay alumnos coimeadores-, acaso no es sabido que en la universidad de Huacho hay docentes que son calificados de muy verdes no porque sean estrictos en sus cursos sino porque les gusta mucha la moneda norteamericana y también hay de los docentes rabo verde.
Cuántos egresados y egresadas de la Faustino habrán pasado de ciclo y concluido la carrera pagando a docentes corruptos y mediocres con dinero y en otros casos con favores sexuales.
Este es el cáncer que ha estado haciendo metástasis en la universidad huachana y que hoy requiere decenas de quimioterapias y extirpaciones que no sólo pasan por autoridades sino también por docentes, alumnos y trabajadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario