El Juzgado de lo Penal número 2 de Sevilla ha condenado a siete años de cárcel a un catedrático de la Universidad de Sevilla, que en su día fue decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y que en la actualidad sigue ejerciendo y dando clases, por abusar sexualmente de tres profesoras entre los años 2006 y 2010.
En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de que el Juzgado de lo Penal número 2 de Sevilla, en una sentencia notificada este mismo lunes, ha condenado a Santiago Romero Granados a siete años de prisión por tres delitos continuados de abusos sexuales y un delito de lesiones psicológicas.
De este modo, y según han indicado a Europa Press las mismas fuentes consultadas, el Juzgado ha impuesto al acusado dos años de cárcel por cada uno de los tres delitos de abusos sexuales cometidos sobre las víctimas -dos profesoras y una becaria de investigación-, que incluso tuvieron que dejar la Universidad, y un año de prisión por el delito de lesiones.
El Juzgado, cabe destacarlo, ha aplicado la atenuante de dilaciones indebidas por el retraso «indebido» del procedimiento, ya que hay que tener en cuenta que los hechos ocurrieron entre los años 2006 y 2010 y el juicio, finalmente, no se celebró hasta el pasado año 2016.
La Universidad, responsable civil subsidiario
Asimismo, el Juzgado ha condenado al catedrático a pagar una indemnización total de 110.000 euros a las tres víctimas -30.000 euros a dos de ellas y 50.000 euros a la profesora que además ha sufrido las lesiones psicológicas- y ha declarado responsable civil subsidiaria a la Universidad de Sevilla.
Las fuentes han precisado que los hechos por los que ha sido condenado este catedrático de la Universidad de Sevilla ocurrieron en las propias instalaciones académicas, cuando el acusado abusó sexualmente de estas tres profesoras, las cuales, según destacó en su día la Fiscalía, tenían «una dependencia jerárquica» de él.
El acusado, según la denuncia, amenazaba a las víctimas con perder el puesto, les impedía leer sus tesis o apuntarse a los grupos de investigación o les exigía aparecer como coautor de lo que ellas publicaban.
La Universidad de Sevilla recibió una denuncia de las tres víctimas y, seguidamente, puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía.
Fuente: sevilla.abc.es
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