domingo, 27 de mayo de 2012

Rectores de América Latina rechazan rankings que dejan mal paradas a sus universidades

Las universidades de la región son las grandes ausentes de las listas de excelencia internacional. Setenta académicos se defendieron cuestionando la metodología usada

Dentro de un documento compuesto por 12 páginas, rectores de universidades de toda América Latina dejaron consignadas tras un encuentro en México sus apreciaciones y conclusiones sobre los listados internacionales que en los últimos años se han convertido en el parámetro con que se mide el desempeño de sus instituciones.
"Entendemos la importancia de las comparaciones y mediciones internacionales, pero no podemos supeditar estas responsabilidades a estrategias simplistas para tener un mejor desempeño en las clasificaciones jerárquicas", se lee en el documento firmado luego de dos días de debates convocados por el Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, entre otras entidades académicas.
La discusión en torno a los cada día más populares escalafones universitarios se remonta a la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, que se realizó en París en 2009, en la cual las máximas autoridades académicas dejaron ver su malestar y se pronunciaron en forma crítica frente a la opción de construir o utilizar rankings como un medio para evaluar el desempeño de los sistemas, instituciones y programas universitarios.
Las quejas de aquel entonces son similares a las de ahora: 1) la homogeneización de la diversidad de instituciones respecto al modelo predominante de universidad elitista de investigación de los Estados Unidos, y la consecuente pérdida de identidad de la universidad latinoamericana; 2) la percepción sesgada acerca de la operación, calidad y resultados de las instituciones de la región a partir de mediciones parciales, enfocadas principalmente a la circulación internacional de la producción científica; 3) la influencia de estas visiones parciales en tomadores de decisiones en el nivel nacional y en las mismas instituciones; 4) la deslegitimación de las universidades nacionales, en particular de aquellas que impulsan modelos distintos al de la universidad centrada en la investigación; y 5) la confusión de las clasificaciones con sistemas de información.
Para los rectores y otras autoridades de más de 70 universidades públicas y privadas de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela, México y la Argentina es claro que "se tiene la impresión de que los rankings constituyen fuentes de información que permiten establecer comparaciones y evaluaciones, tanto de cada universidad en particular como del sistema en su conjunto.
Los rankings son sistemas de clasificación jerárquica y no sistemas de información, un motivo por el cual no proporcionan elementos de juicio válidos sobre el desempeño de las universidades".
Para los rectores latinoamericanos, estos listados enmascaran "la ficticia opción de preparar profesionales para el mercado o formar líderes para el cambio, que corre paralela a otra falsa oposición, entre generalistas y especialistas".
No obstante, a favor del sistema universitario en Latinoamérica los rectores recordaron que en la última década el número de alumnos pasó, en números redondos, de 12 a más de 20 millones. La cobertura de estos sistemas presenta en la actualidad una tasa bruta de poco más de un tercio respecto al grupo de edad relevante (19 a 23 años).
Ignacio Mantilla, rector de la Universidad Nacional de Colombia y quien participó en el evento, propuso "emprender acciones en favor del reconocimiento mutuo de nuestros programas académicos y de su calidad, de estimular la movilidad de nuestros estudiantes y profesores y, sobre todo, de incentivar activamente la integración de nuestras naciones".



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