En 5 meses deberá cumplir exigencias.
Solo cuenta con una de ocho condiciones básicas de calidad, según informe al
que accedió La República. Detectan problemas en locales,
investigación, presupuesto y el rol del rector. Debe subsanarlos para no
cerrar.
A casi tres años de solicitar su licenciamiento,
la Universidad Privada Inca Garcilaso de
la Vega (UIGV), con más de 18 mil
estudiantes, tiene su última oportunidad para continuar con el servicio
educativo y evitar un eventual cierre progresivo.
Esto debido a que no ha demostrado el cumplimiento
de todas las condiciones básicas de calidad requeridas por la Superintendencia Nacional de Educación Superior
Universitaria (Sunedu), según el informe técnico de licenciamiento
N° 041-2018-Sunedu/02-12 al que tuvo acceso La República.
De acuerdo a este documento, firmado por la
Dirección de Licenciamiento de la Sunedu, la UIGV, con más de 50 años, presenta un resultado
desfavorable: solo cuenta con una de las 8 condiciones básicas de calidad e
incumple con 19 de 44 indicadores, entre los que figuran los referidos a
objetivos institucionales, planes de estudio, laboratorios, presupuesto, así
como a planes de gestión, líneas de investigación, servicios sociales y
transparencia.
Dicho informe cuestiona, incluso, el rol del
rector Luis Cervantes Liñán –denunciado por ganar más de 2 millones de
soles mensuales– al asumir una serie de funciones transversales en todos los
procesos de la universidad, al punto de proponer a las autoridades que
integran los órganos de gobierno, así como a los docentes ratificados o
removidos.
Es importante señalar que para obtener el
licenciamiento, las universidades
evaluadas deben cumplir con todas las
condiciones básicas y las que no logren cumplirlas deben cerrar en un plazo de
2 años posteriores a la denegación.
Esto ya ocurrió con la Universidad de Arte Orval, la Peruana de Integración Global, la de Lambayeque,
la Peruana de Investigación y Negocios, y la Universidad Marítima del Perú.
Advertencia
Ahora, ante el resultado desfavorable del informe
técnico, la Garcilaso de la Vega, que posee más de 90 programas, tiene un plazo
máximo de 5 meses para la ejecución e implementación de su Plan de Adecuación
(PDA). Este es un compromiso asumido por la universidad para
resolver los aspectos observados. Es la última oportunidad para que cumpla con
las exigencias, si no se le denegará el licenciamiento.
Entre los problemas detectados se señala que
la UIGV no
evidencia resultados de procesos de evaluación para la ratificación de
docentes. “(En el consejo
universitario), la mayoría de miembros han sido
electos a propuesta del rector. En consecuencia, cabe preguntarse si es que
esto permitiría realizar procesos de gestión académica basados en una
evaluación imparcial”.
En otro momento se hace referencia al Plan Estratégico Institucional (PEI) que “solo llega a ser declarativo de
objetivos, se observa que no es acompañado de presupuesto, mecanismos de
seguimiento, evaluación, ni asignación de responsables”. También que la universidad no
ha demostrado que está en capacidad de garantizar sostenibilidad financiera, y
se ha detectado dificultades para garantizar la conclusión de proyectos de
investigación.
Más problemas
Otros
de los indicadores incumplidos están referidos a los laboratorios y talleres
adecuados a las especialidades. Así, por ejemplo, se dice que el laboratorio de
enfermería (Chincha) no cuenta con el equipamiento de su par de Lima, “sobre
todo en lo referido a microscopios y maquetas de neuroanatomía”.
Los problemas en infraestructura e investigación
son ratificados por la Federación de Estudiantes Garcilacinos, cuyo
presidente Sandro Durán fue expulsado luego de crear esta asociación
y fue repuesto por una acción de amparo. “Creo que el resultado del
licenciamiento será negativo y la universidad deberá solicitar una medida cautelar”. “No
hay docentes fijos, se resisten a convocar a un concurso público, no destinan
suficiente presupuesto para la investigación y hay facultades con mobiliario de
los 90”, agrega y afirma que “hay denuncias de alumnos, cuya respuesta aún
queda pendiente por parte de la Sunedu”.
Respuesta
Este diario buscó con insistencia, a través de una
solicitud formal, correos y llamadas, la versión de la universidad,
pero no hubo respuesta. Solo se indicó que avisarían cuando la tengan.
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