La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la decana de América, alma máter de las mejores generaciones de intelectuales, científicos y profesionales de más de cuatro siglos de nuestra historia patria, ha abierto sus puertas, a partir de este mes, a los primeros estudiantes beneficiarios del programa Beca 18.
Así como San Marcos, otras universidades e institutos superiores se sumarán, también, al esfuerzo sin precedentes desplegado por el gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, para otorgar oportunidades a los estudiantes talentosos provenientes de las poblaciones más pobres del país.
Este acontecimiento, que merece más difusión en los medios de comunicación de Lima y las otras regiones, refleja fielmente la voluntad del Gobierno de impulsar su política de inclusión social productiva, en diferentes frentes, como herramienta eficaz para luchar contra la pobreza y cerrar las brechas de la desigualdad.
Las autoridades sanmarquinas han explicado que los becarios no tendrán que rendir un nuevo examen en esa casa de estudios porque cada UGEL de la jurisdicción de donde provienen ya les ha otorgado las acreditaciones necesarias, tal como lo dispone el Ministerio de Educación.
De igual forma, los becarios optarán entre 25 carreras, entre las cuales se encuentran todas las ingenierías que ofrece dicha universidad, además de biología y genética.
El propósito académico de este programa es que los estudiantes cursen carreras técnicas y realicen trabajos de investigación científica y tecnológica sobre proyectos vinculados a las necesidades y realidades de sus respectivas regiones.
En lo social, los nuevos profesionales asumen el compromiso de retribuir a su país y a su correspondiente región o localidad, sus aportes y conocimientos adquiridos como becarios del Estado.
Solo para este año el Gobierno otorgará cinco mil becas.
Existen dos modalidades: una ordinaria, la cual va dirigida a todos los jóvenes de buen rendimiento académico de distritos pobres que han terminado en un colegio público y que vienen de familias con necesidades económicas.
Y la otra, especial, es una beca más focalizada, orientada a grupos que han sido excluidos, como poblaciones indígenas, afroperuanas, licenciados de las FF AA, jóvenes de zonas de emergencia o de frontera, con necesidades especiales o discapacidad.
Beca 18 es integral. Cubre el servicio educativo de la universidad que se haya seleccionado, la movilidad local, materiales, y transporte si estudia fuera de la provincia de origen.
Incluye un seguro de salud, también de vida y un programa de tutoría, porque los becarios necesitan de un proceso de asesoramiento para que puedan insertarse en la vida universitaria y persistan en su carrera hasta completar sus estudios. Así, el país forjará muchos de los técnicos y científicos que necesita para impulsar un desarrollo sostenible, con equidad y sin desigualdades.
Así como San Marcos, otras universidades e institutos superiores se sumarán, también, al esfuerzo sin precedentes desplegado por el gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, para otorgar oportunidades a los estudiantes talentosos provenientes de las poblaciones más pobres del país.
Este acontecimiento, que merece más difusión en los medios de comunicación de Lima y las otras regiones, refleja fielmente la voluntad del Gobierno de impulsar su política de inclusión social productiva, en diferentes frentes, como herramienta eficaz para luchar contra la pobreza y cerrar las brechas de la desigualdad.
Las autoridades sanmarquinas han explicado que los becarios no tendrán que rendir un nuevo examen en esa casa de estudios porque cada UGEL de la jurisdicción de donde provienen ya les ha otorgado las acreditaciones necesarias, tal como lo dispone el Ministerio de Educación.
De igual forma, los becarios optarán entre 25 carreras, entre las cuales se encuentran todas las ingenierías que ofrece dicha universidad, además de biología y genética.
El propósito académico de este programa es que los estudiantes cursen carreras técnicas y realicen trabajos de investigación científica y tecnológica sobre proyectos vinculados a las necesidades y realidades de sus respectivas regiones.
En lo social, los nuevos profesionales asumen el compromiso de retribuir a su país y a su correspondiente región o localidad, sus aportes y conocimientos adquiridos como becarios del Estado.
Solo para este año el Gobierno otorgará cinco mil becas.
Existen dos modalidades: una ordinaria, la cual va dirigida a todos los jóvenes de buen rendimiento académico de distritos pobres que han terminado en un colegio público y que vienen de familias con necesidades económicas.
Y la otra, especial, es una beca más focalizada, orientada a grupos que han sido excluidos, como poblaciones indígenas, afroperuanas, licenciados de las FF AA, jóvenes de zonas de emergencia o de frontera, con necesidades especiales o discapacidad.
Beca 18 es integral. Cubre el servicio educativo de la universidad que se haya seleccionado, la movilidad local, materiales, y transporte si estudia fuera de la provincia de origen.
Incluye un seguro de salud, también de vida y un programa de tutoría, porque los becarios necesitan de un proceso de asesoramiento para que puedan insertarse en la vida universitaria y persistan en su carrera hasta completar sus estudios. Así, el país forjará muchos de los técnicos y científicos que necesita para impulsar un desarrollo sostenible, con equidad y sin desigualdades.
Fuente: El Peruano
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