jueves, 27 de junio de 2013

Sancochado de rectores

Por Engels Ortiz Samanamud
 
No tengo la menor duda, de que hay rectores y exrectores con reconocida trayectoria académica y profesional, que de manera principista defienden la autonomía universitaria, entendida ella, como el espacio de plena libertad -pero enmarcada dentro de las leyes que nos rigen- para un ejercicio de la vida universitaria sin injerencias políticas del cualquier gobierno de turno.
 
Sin embargo, es evidente que la mayoría de rectores, algunos abiertamente y otros solapadamente,  están defendiendo sus intereses económicos, por un lado lo de las universidades con fines de lucro les aterra perder su gran negocio, y, del lado de los rectores de estatales, les quita el sueño el perder el clientelismo que les permite medrar de sus recursos.
Ahora vemos al excongresista, Antero Florez Araoz, que se desempeña como abogado de las universidades privadas agrupadas en la llamada FIPES junto con  el rector de la UTP, Luis Bedoya, que a su vez es primer vicepresidente de la ANR, paseándose por los medios y reconociendo de manera celestina que el sistema está mal, pero, mejor y nos dicen dejémoslo ahí que solito se arregle.
 
Quizás los sancochados que degustan los rectores los jueves en un local de la UTP lo tienen empachado a Florez Araoz, al punto que defiende lo indefendible.
 
La Comisión de Educación del Congreso aprobó la creación de la Superintendencia de Universidades cuya conformación seria de 3 representantes de 8 universidades estatales más antiguas, 3 representantes de 8 universidades privadas más antiguas, 1 representante del Minedu, 1 del Concytec (su presidente), 1 del Centro de Planificación Nacional (Ceplan), 1 de los Colegios Profesionales y 1 de la Confiep.
El punto que se puede considerar como un intervencionismo, es que este organismo llamado SUNAUS, estaría adscripto al Ministerio de Educación, y, es ahí, que la comisión puede corregir ello, y más bien, considerarlo como un ente autónomo, en la que sus representantes son elegidos por las respectivas instituciones convocadas.
 
Se supone que los rectores que han salido a los medios a rechazar este organismo que reemplazaría a la ANR, tienen grado de doctor, pero, parece que no saben sumar, puesto que en esta conformación son las universidades las que tienen más representantes.
También cuestionan la presencia de entes extraños, y, que pueden tener de extraños el Concytec, el Ceplan, los Colegios Profesionales y la Confiep para las universidades. Acaso no queremos que el Estado, la Academia y el Sector Empresarial se vinculen en una alianza institucional y juntos contribuyan a una universidad peruana de calidad y, por ende, al desarrollo sostenible del país.

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